¿Cuáles son las consecuencias económicas de la victoria de Donald Trump?
El cinco de noviembre de 2024, Donald Trump completó una de las remontadas políticas más notables en la historia de Estados Unidos. Aprovechando las preocupaciones de los votantes sobre la economía y la inmigración ilegal, consiguió los votos electorales necesarios para derrotar a Kamala Harris, la candidata demócrata, y regresar a la Casa Blanca para un segundo mandato. La victoria en las elecciones presidenciales, junto con la revalidación del control de la Cámara de Representantes y la conquista del Senado por parte de los republicanos, coloca a Trump en una posición privilegiada para empezar a aplicar su programa económico y político a principios de 2025.
La clave del triunfo de Trump radicó en la misma razón que le costó la presidencia contra Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020: el descontento de los votantes con la gestión económica del partido en el poder. Según una encuesta nacional de NBC News publicada en septiembre de 2024, dos de cada tres estadounidenses consideraban antes de las elecciones que la economía estadounidense estaba en el camino equivocado. Este sentimiento de frustración resultó decisivo para inclinar la balanza a favor del expresidente. A partir del 20 de enero de 2025, cuando tomará posesión como presidente, Trump asumirá el desafío de cumplir con sus promesas de reactivación económica y revertir la percepción negativa que le allanó el camino de regreso a la Casa Blanca.
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Durante la campaña electoral, Trump afirmó que, durante su primer mandato, había logrado crear la economía más grande de la historia de Estados Unidos. Y, en efecto, los resultados de su gestión en los tres primeros años de presidencia fueron destacados. La economía estadounidense experimentó un notable crecimiento, con una inflación cercana al 2%. Además, se crearon 6,7 millones de empleos y la tasa de desempleo descendió hasta un 3,5%. Sin embargo, en el cuarto año de su presidencia, la pandemia de la Covid-19 afectó gravemente la economía, provocando la pérdida de 20 millones de empleos y un aumento dramático de la tasa de desempleo, que alcanzó el 15%.
El segundo mandato de Trump representa un punto de inflexión clave para la economía. El presidente electo ha propuesto una serie de medidas que, según él, mejorarán la situación económica de Estados Unidos. Entre sus planes destacan la implementación de aranceles generalizados a todos los productos importados, la reducción de impuestos a las empresas y la deportación de millones de inmigrantes. Aunque aún no se sabe cuándo ni cómo se adoptarán estas políticas, a continuación se analiza lo que podrían implicar tanto para la economía estadounidense como para la economía mundial.
Aranceles
Los aranceles han ocupado un lugar central en la campaña de Donald Trump. El presidente electo ha planteado la implementación de un arancel del 60% sobre las importaciones de bienes provenientes de China, un 25% sobre las importaciones de México y Canadá, y entre un 10% y un 20% sobre los bienes importados desde otros países.
Un incremento significativo en los aranceles estadounidenses probablemente generaría, en un principio, un impacto inflacionista en Estados Unidos. Según las previsiones de la consultora Pantheon Macroeconomics, un arancel del 10% aumentaría la inflación en torno al 0,8% en 2025. Sin embargo, este impacto inicial podría dar paso a un efecto adverso en el crecimiento económico de todos los países involucrados, acompañado de un descenso en la inflación a medida que la demanda se desacelera y se hacen evidentes los efectos de base.
Recortes de impuestos
La reducción de impuestos para las empresas figura como una de las principales prioridades de Trump para su segundo mandato. El presidente electo planea extender los recortes fiscales implementados durante su primera gestión, que expiran en 2025. Estos recortes incluyeron la reducción del impuesto de sociedades del 35% al 21%, la disminución de los tipos del impuesto sobre la renta de las personas físicas y un aumento en la deducción estándar. Además, Trump ha expresado su intención de ir más allá y reducir el impuesto de sociedades hasta un 15%.
La promesa de impuestos más bajos y una regulación empresarial más flexible ha impulsado las expectativas de mayores beneficios corporativos en Estados Unidos. Según estimaciones de Goldman Sachs, las principales empresas estadounidenses podrían ver un incremento del 4% en sus ganancias si se reducen las tasas impositivas para las corporaciones.
Inmigración
Trump ha declarado su intención de llevar a cabo “la mayor deportación en la historia de Estados Unidos” de inmigrantes indocumentados. Según el empresario neoyorquino, esta medida busca beneficiar la economía nacional al liberar viviendas y generar oportunidades laborales para los ciudadanos estadounidenses. Según cifras oficiales citadas por ‘The New York Times’, en 2022, alrededor de 11 millones de personas residían en EE. UU sin un estatus legal, y más del 80% de ellas llevaban más de una década viviendo en el país.
Sin embargo, expertos advierten que una deportación masiva podría crear una escasez de mano de obra, especialmente en sectores clave como la producción de alimentos y la construcción, donde los inmigrantes constituyen una porción importante de la fuerza laboral. Esto provocaría, en última instancia, un aumento en los precios de bienes básicos, como los alimentos y la vivienda.