Era la intervención más esperada en la Catedral de Sevilla. Porque en su larga historia, las Hermanas de la Cruz nunca habían hablado en público. Por eso la intervención de la vicaria del instituto de las Hermanas de la Cruz en el congreso de Hermandades y Piedad Popular en Sevilla ha sido recibida y despedida con una gran ovación este sábado en la Catedral. Y la intervención de María del Redentor de la Cruz ha puesto el broche de oro a las ponencias. No ha defraudado porque se ha centrado en la misión que las guía: la atención a los más necesitados , su verdadero objetivo. «Desde el cielo Santa Ángela está bendiciendo este congreso que ha puesto a Sevilla en el foco de la piedad popular», ha proclamado la religiosa al final. Antes, durante su alocución ha agitado conciencias y recordado la «sangrante paradoja» de que también en el mundo de los ricos hay pobreza. Poniendo como ejemplo que España es un país en el que, mientras cada vez hay más ricos, aumenta el número de pobres. Se ha centrado en Sevilla, donde ellas tienen su misión y a su fundadora Santa Ángela de la Cruz, para citar las estadísticas del INE y recordar que el Polígono Sur y Los Pajaritos figuran entre los barrios más desfavorecidos y que la capital hispalense es la ciudad con más barrios pobres de España«. La monja, una de las que participó en el proceso de canonización de Santa Ángela de la Cruz, ha pedido «no dar la espalda a la amarga realidad de la pobreza» y ha dicho que es «absolutamente necesario» descubrir el auténtico sentido de la acción caritativa de la iglesia. El conocimiento de la realidad de la sociedad ha ha guiado su ponencia . En ella ha hablado de la realidad inmediata. Porque la pobreza tiene el rostro de familias que se ven obligadas a abandonar su tierra , huérfanos que han perdido a sus padres o separados violentamente de ellos, ancianos olvidados por sus familias que ahora se han convertido en su alivio económico. También los jóvenes en busca de realización profesional, personas que sufren la guerra, marginados y sin hogar que deambulan por las calles, que se ven en los vertederos recogiendo el deshecho. La lista de ejemplos ha sido larga y en algunos momentos la religiosa s e ha emocionado al hablar de ellos. La vicaria ha recordado que nadie se ocupa de ellos y que morirían solos y desamparados si no fuera por la acción de las Hermanas de la Cruz. Que entran en sus casas, les asisten, les dan alimentos. Y que a muchos les ha llamado la atención que les laven la ropa, les limpien el suelo o que hagan «cosas repugnantes» sin que les mueva el interés o el cariño porque no los conocían ni los habían visto. En un relato lleno de anécdotas de la fundadora, que fue la que inculcó a las hermanas la costumbre de besar los pies a los enfermos, la religiosa ha recordado la necesidad de acercarse a los pobres como un signo de cercanía y ha dicho que el acercamiento a los empobrecidos es «necesario» no limitándose a lo material sino «tocando su sufrimiento y tocando su dolor». Una de las historias más emotivas que ha narrado es la de Elvia, una mujer consumida por el cáncer. En solo tres días Elvia abrió su corazón a las hermanas después de haber estado en manos de una secta y se bautizó antes de morir, igual que sus hijos. «Ella murió en paz, volviendo a ser hija de la iglesia». También la historia de Pipo, un hombre que vivía en una casa plagada de insectos. Con él les bastó el pequeño gestos de arrodillarse a sus pies y lavárselos para que en su vida « renaciera la esperanza y las ganas de empezar a vivir«. En pocos días Pipo era un hombre en manos de Dios y murió con la sonrisa en los labios y bendiciendo a Dios. «Los pobres nos evangelizan porque nos permiten redescubrir los rasgos má genuinos del rostro del padre»; ha dicho parafraseando al Papa. «Cuando servimos a los necesitados, servimos al señor», ha recalcado. Insistiendo después en que estas personas «necesitan el compromiso personal, exigen esa atención» . También ha hablado de la pobreza espiritual de la indiferencia religiosa o el olvido de Dios , la despreocupación por cuestiones fundamentales . Ls pobre también están necesitado de nuestra solicitudes espiritual. La peor discriminación que sufren es la falta de atención espiritual. ellos también necesitan a dios Ha recordado que las hermandades tienen un papel relevante en la caridad respondiendo a las necesidades de nuestro tiempo y que se han cuantificado en más de seis millones de euros la cantidad destinada a ayudas a los necesitados. No sólo alimentos, sino también en ropa, becas, pago de recibos o ayudas en metálico. Por eso ha proclamado que los pobres son «el tesoro de la iglesia»y ha recordado que Sor Ángela fue la contemplación de Cristo la que le llevó a los pobres. La religiosa no se ha olvidado de inmigrantes, drogadictos, los niños de la calle o incluso los no nacidos. El público puesto en pie ha despedido con una larga ovación a la religiosa que ha finalizado con un mensaje claro: «Les aseguro que ahora las religiosas están rezando por ustedes».
