La música prepartido preside el ambiente y retumba en el interior del en los prolegómenos del
Toronto Raptors - New York Knicks, el único partido anoche de una relajada jornada NBA en la víspera de los cuartos de final de la Copa. Pero el grito de guerra en el túnel de vestuario del conjunto neoyorquino toma las entrañas del gigantesco Scotiabank Arena con
Jalen Brunson pegando el último grito pues el líder siempre tiene la última palabra.
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