El sector que se convertirá en "exportador nato" y promete un superávit millonario
Impulsada por la maduración de inversiones en Vaca Muerta, la cuenca neuquina y la extracción no convencional se acercan a cerrar 2024 con máximos históricos en 20 y 17 años, respectivamente, y anticipan para el próximo año la mayor producción de petróleo y gas de los últimos 25 años.
En este marco, según las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) la producción petrolera argentina totalizaría cerca de 41,5 millones de metros cúbicos en 2024, lo que representa un crecimiento del 9,7% respecto a los niveles productivos del 2023.
Con este resultado, la producción encadenaría un cuarto año consecutivo de crecimiento y este ciclo sería un 43% mayor que la de 2020. "La cuenca neuquina, apoyada en el crecimiento de Vaca Muerta, ha incrementado significativamente su participación en la producción petrolera nacional en este período", explicaron desde la BCR.
En lo que va del año las exportaciones de gas y petróleo ya se incrementaron por encima del 20%, básicamente por mayores volúmenes de ventas y menos importaciones indicaron desde la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) y anticiparon que Argentina alcanzará un superávit energético de u$s 25.000 millones anuales, a partir de 2030.
"La mayor producción de hidrocarburos permitirá satisfacer las necesidades internas y consagrar al país como un exportador nato, con la energía como un poderoso motor de la economía", expresó la entidad en un comunicado.
El desarrollo de la producción ya permitió disminuir las importaciones, lo que se reflejó de forma positiva en la balanza comercial: entre 2011 y 2022 se importaron más de u$s 92.000 millones en productos energéticos.
De continuar el escenario, tras un déficit de más de u$s 4.000 millones en los últimos años, desde 2024, el sector energético encontrará un saldo positivo en torno a los u$s 3.000 millones que rozará los u$s 7000 millones en 2025 hasta tocar los u$s 25.000 en el inicio de la próxima década.
Camino al récord
Mientras que en 2017 esta cuenca representaba el 41% de la producción total, en lo que va del año su participación ascendió al 68% del petróleo extraído en Argentina. De esta manera, cerraría su octavo año de crecimiento consecutivo precisó el documento de la BCR que elaboraron Guido D'Angelo y Emilce Terré.
Este aumento en su peso relativo se explica por dos factores principales: por un lado, la Cuenca Neuquina concluiría el 2024 con una producción un 110% superior al 2020; por otro lado, la Cuenca del Golfo San Jorge, que también aporta un volumen significativo a la producción petrolera del país, registraría una merma del 11% en el mismo período.
El crecimiento de la extracción no convencional es otro factor clave para explicar el protagonismo de Vaca Muerta. Este método, que se basa en la estimulación hidráulica o fracking para extraer hidrocarburos, se ha consolidado como la técnica predominante en la producción de la cuenca neuquina.
En este sentido, hace una década la producción de shale oil (petróleo de reservorios no convencionales) representaba apenas el 4,6% de la producción nacional. En 2015 el shale gas era el 15% de la producción gasífera argentina.
Una década después, la participación de hidrocarburos no convencionales ya alcanza el 55% de la producción petrolera del país y el 63% de la producción de gas en Argentina.
Por otro lado, el 2024 cerraría con la mayor producción de gas desde 2006 y se espera el tercer mayor volumen producido en lo que va del siglo.
A partir de más de 51 mil millones de metros cúbicos, la producción gasífera argentina concluiría el año con un crecimiento interanual del 7,1% y se ubicaría más de un 14% por encima de los niveles del fatídico 2020.
"De seguir esta tendencia alcista, 2025 podría cerrar con la mayor producción de petróleo y gas del siglo XXI", confirmó la BCR y explicó que si se sostienen las tasas promedio de crecimiento desde 2020, la producción petrolera podría superar los 45 millones de m3 en 2025, mientras que la producción gasífera podría romper la barrera de los 53 mil millones de m3.
Las condiciones
La meta que posiciona a la Argentina como jugador global en el sector energético, "está sujeta a regulaciones que propicien la exportación y habiliten el desarrollo de infraestructura adecuada para evacuar la producción", indican desde la CEPH.
Sólo la mayor disponibilidad de crudo permitirá escalar progresivamente los saldos exportables, que en el 2030 promediarían los u$s 21.500 millones anuales.En tanto, si se agregan las exportaciones de gas y otros productos derivados de los hidrocarburos, las ventas al exterior podrían representar más de u$s 29.000 millones anuales."El sector es fuente de divisas y dinamizador de la economía y este poder se potencia con cambios en el marco legal que animen inversiones, como las plantas de licuefacción que permitan despachar gas al mundo por barco", señala la cámara que nuclea a empresas que exploran y producen gas y petróleo en el país.
Por eso, aclaran que si estas condiciones no se concretaran, las ventas externas se reducirían a u$s 6200 millones en petróleo y u$s 1000 millones en gas y el saldo comercial externo podría disminuir a u$s 5000 millones."Para la prosperidad exportadora, son clave los contratos de suministro a largo plazo y la disponibilidad de producto para atender a los compradores que confían en la provisión argentina", destacaron.