El editor de 'La Región' se disculpa en el juicio por el puñetazo a Jácome y lo achaca a las "provocaciones" de éste
El editor del periódico ourensano argumenta que el alcalde no estaba allí desempeñando funciones oficiales y dice que se debió a "viejas rencillas": "Este hombre tiene una obsesión conmigo"
Detenido el editor de 'La Región' tras ser acusado de agresión por el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome
El editor del periódico ourensano 'La Región', Óscar Outeiriño, ha aprovechado el juicio contra él por un incidente con el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, para recordar que ya se disculpó en aquel momento por el puñetazo que le propinó y que atribuyó a las “provocaciones” del político de Democracia Ourensana desde hacía años, antes incluso de ser regidor.
Los hechos que este martes se juzgaron en la Audiencia Provincial de Ourense, tipificados como delito de atentado a la autoridad y otro leve de lesiones, ocurrieron el 9 de septiembre de 2023, cuando ambos coincidieron en el exterior del auditorio municipal de Ourense, donde se celebraba un concierto. “Este señor siempre se está metiendo conmigo y diciendo tonterías. Obré mal y me disculpo”, ha recordado este martes Óscar Outeiriño que le dijo a la Policía Local en aquel entonces.
El editor del periódico ourensano, que solo declaró a preguntas de su abogado, relató que se encontraba rodeado de amigos y familiares, esperando para entrar en el auditorio, y alegó que Jácome no estaba desempeñando un rol formal en el evento, ya que “no tenía ninguna relación” con el concierto. Reconoció que agredió a Jácome y que le dijo: “Ya sabes por qué es, hijo de puta”. No obstante, achacó el incidente a las “provocaciones” del político desde hacía años.
Así, explicó que Jácome había utilizado su canal de televisión, Auria TV, para lanzar ataques personales contra él y su familia “desde finales de los 1990, principios de los 2000”, acusándolos de “estar quebrando” y diciendo cosas como que “consumía drogas”. “Este hombre tiene una obsesión con nosotros. Conmigo”, lamentó Óscar Outeiriño, y agregó que esa misma noche, le manifestó lo sucedido voluntariamente a la Policía local.
Explicó también que la mala relación existía desde hace años, mucho antes de que Jácome fuera alcalde y así subrayó que la agresión, según le expuso a la Policía Local, fue motivada por “viejas rencillas”.
La defensa del editor del periódico ourensano insistió en que el agredido no estaba desempeñando funciones oficiales y que la agresión fue resultado de una enemistad personal, lo que permite que “no se vean probados los elementos constitutivos del delito de atentado”.
Jácome: “Vino como una bala”
No obstante, el actual alcalde ourensano argumentó que el incidente ocurrió mientras se dirigía a supervisar un concierto en el auditorio y relató que se encontraba con otro concejal y un asesor cuando, sin dirigirse al editor de 'La Región', éste le agredió. “Vino como una bala y me pegó un puñetazo en el pecho”, afirmó antes de subrayar que estaba cumpliendo con sus funciones, ya que su responsabilidad era asegurarse de que el evento se desarrollara correctamente. “Fui únicamente porque era mi responsabilidad como alcalde”, proclamó.
Respecto a las acusaciones sobre consumo de drogas, el político de Democracia Ourensana negó que las afirmaciones hechas en su televisión fueran acusaciones directas, sino que se trataba de meras “hipótesis”, y las llegó a comparar con “las que hace La Región”.
Reconoció, no obstante, que su relación con Óscar Outeiriño había sido “muy mala” desde hace “muchos años” y que, desde que se convirtió en alcalde, la situación “alcanzó otra dimensión”. “Peor relación, imposible”, resumió.
Por su parte, el concejal Rafael Cachafeiro, testigo en el juicio, indicó que, aunque no tenía competencias delegadas en aquel momento, acompañaba al alcalde en tareas de supervisión por su experiencia “en música y sonido”, ya que fue profesor de música del Conservatorio Municipal. Recordó que, por lo general, ambos solían asistir a los eventos solo unos minutos, comprobaban que todo funcionaba y se marchaban y que no llegaron a entrar en el auditorio debido al incidente.
El relato de Policía local y Fiscalía
La representación de la Policía Local declaró que acudió al lugar tras recibir un aviso de que “el alcalde había sido agredido”, y que el acusado, de manera voluntaria, explicó que “estaba alterado” y que “había perdido la cabeza” por unas declaraciones “sobre que era un yonki”.
La Fiscalía solicita una pena de dos años de prisión para Outeiriño por el delito de atentado a la autoridad, además de una multa de ocho meses a razón de diez euros diarios. Por el delito leve de lesiones, pide una multa de tres meses, también a razón de diez euros diarios.
Durante el juicio, que quedó visto para sentencia, la representante del Ministerio Público destacó que no se pone en duda la agresión, pero sí la condición de Pérez Jácome como alcalde en el momento de los hechos. Para la Fiscalía, la acción se produjo en el ejercicio de sus funciones, ya que estaba acompañado de un concejal y un asesor para “desarrollar el control del evento”. “La mala relación no puede quedar reducida a lo personal, porque no hay ninguna relación personal entre ellos”, ha argumentado.
La acusación particular, que solicita dos años y medio de prisión, arguye que Jácome estaba trabajando al supervisar el evento municipal y que el acusado era consciente de su condición de alcalde. “Es verdad que hay un tema personal porque dicen que se caen mal, pero no como persona. Yo puedo decir: a mí me cae mal el señor Feijóo, Abascal o el señor Pedro Sánchez, pero ¿me cae mal la persona o me cae mal la persona política?”, ha razonado el letrado. La acusación particular además solicita 6.000 euros de responsabilidad civil por las consecuencias mediáticas que tuvo la agresión, la consecuencia política y el daño moral.
Como consecuencia del puñetazo, Jácome sufrió una contusión costal, lesión que precisó de una sola asistencia facultativa y que tardó en curar un total de cinco días, todos ellos de perjuicio personal básico, según recoge el escrito fiscal.