Uno de mis chistes favoritos es el que cuenta la historia del sultán que sorprende a su concubina favorita en plena faena sexual con el capitán de los jenízaros. El intrépido don Juan es condenado a muerte por su osadía, pero en atención a la íntima amistad que le unía con el Mustafá cornudo se le permite pedir un último deseo antes de ser ejecutado. El reo le pide a su amigo que le perdone la vida si, antes del siguiente amanecer, consigue hacer hablar al alazán más indómito de la caballeriza real. Tras meditarlo unos segundos, el sultán acepta el trato convencido de que no entraña ningún peligro. Un compañero de celda le pregunta al capitán condenado: «¿Por qué... Ver Más