De Miguel Hernández a Justa Freire: quiénes son las víctimas reconocidas tras medio siglo de la muerte de Franco
Una veintena de represaliados, algunos de ellos aún vivos, recogen declaraciones de reconocimiento de mano de Pedro Sánchez y el ministro Ángel Víctor Torres en las que se repara su memoria y se oficializa que las sentencias que los condenaron son nulas
El Gobierno conmemorará los 50 años de la muerte de Franco en 2025 bajo el lema “España en libertad”
Sus vidas fueron truncadas por la guerra, la cárcel, el exilio o la muerte y sus historias borradas y escondidas, pero sus nombres se han escuchado este martes en el Auditorio Nacional de Música en un acto de alto nivel. El Gobierno ha homenajeado a una veintena de víctimas de la Guerra Civil y el franquismo, que han recibido declaraciones de reparación con la que se reconoce oficialmente que lo fueron medio siglo después de la muerte de Franco.
Lo ha hecho con motivo del día en homenaje a las víctimas que la Ley de Memoria Democrática fija el 31 de octubre pero que tuvo que ser pospuesto por la DANA. El evento ha sido aprovechado por Pedro Sánchez para anunciar que en 2025 el Ejecutivo desplegará toda una batería de acciones para conmemorar los 50 años desde que en 1975 falleciera el dictador. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, ya ha adelantado que no se sumará “a ningún acto”.
El presidente y el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, han sido los encargados de entregar una a una las declaraciones de reconocimiento, que en la práctica es un documento que admite que fueron personas perseguidas y violentadas y, en el caso de que fueran condenadas, estipula que las sentencias fueron nulas. El Gobierno ha entregado ya de estas más de 600 –las víctimas o sus familiares las pueden pedir–, pero hoy entre la veintena de homenajeados había figuras muy ilustres de diferentes ámbitos.
El poeta, el Nobel y la miliciana
También hombres y mujeres anónimos que fueron duramente represaliados, algunos de los cuales han recibido ellos mismos la declaración entre aplausos. Otros, los que ya no están, han estado presentes a través de sus descendientes y familiares, que en muchos casos han pasado buena parte de su vida honrándoles o buscando sus restos hasta ser exhumados de fosas y cunetas. Precisamente a ellos ha querido referirse Lucía Izquierdo, nuera de Miguel Hernández, que ha tomado la palabra en nombre de todas las víctimas: “Podemos velar su tumba, pero los que están en las cunetas no tienen quien les lleve flores”.
Izquierdo ha recogido la declaración de reparación al poeta alicantino, en la que se especifica que el sumario 21001 seguido en Madrid contra el autor de las Nanas de la cebolla es nulo. El proceso acabó en sentencia condenatoria del Consejo de Guerra Permanente nº 5 la pena de muerte por un delito de adhesión a la rebelión y el castigo sería conmutado después por 30 años de prisión. Pero el poeta nunca llegaría a cumplirlos porque moriría encerrado en la cárcel el 28 de marzo de 1942 tras haber atravesado un periplo represivo que le llevó a estar en 12 prisiones en penosas condiciones.
También declaración de reparación, en concreto su hijo, ha recibido la familia de Ángeles Flórez Peón, conocida como Maricuela. Militante del PSOE hasta su muerte el pasado mes de mayo, con 105 años, Maricuela se alistó como miliciana republicana y tras servir en los frentes de Oviedo y Gijón, sería detenida el 7 de noviembre de 1937. Poco después fue condenada por “auxilio a la rebelión” a 15 años de cárcel, después rebajados a nueve y de los que cumpliría cuatro en la prisión de Saturrarán (Guipúzcoa).
Vicente Aleixandre, uno de los poetas más destacados de la Generación del 27 y Premio Nobel de Literatura en 1977, está también entre los homenajeados y su declaración está ya en manos de su sobrina. Durante la dictadura, Aleixandre no se exilió del país como hicieron otros muchos intelectuales y escritores, pero vivió lo que se ha denominado “un exilio interior”. La decisión de incluir al poeta en el acto no ha estado exenta de polémica y el Ejecutivo de Ayuso ha cargado contra el Gobierno de Pedro Sánchez por lo que considera “un intento torticero de politizar su figura”.
Aleixandre se vio profundamente afectado por el fusilamiento de Federico García Lorca y Miguel Hernández, a cuya viuda, Josefina Manresa, ayudó económicamente. Según ha contado Lucía Izquierdo, Aleixandre recaudó el dinero –2.500 pesetas– para pagar la sepultura del poeta y que Josefina pudiera despedirse y enterrarlo con dignidad. “Sin Aleixandre no hubiera estado enterrado donde está, hubiera ido a una fosa u osario, ese era su destino”, ha afirmado su nuera.
El joven antifranquista, la filósofa y el padre de la patria andaluza
Margot ha recogido la declaración de su hermano Enrique Ruano. El joven estudiante de Derecho, militante del Frente de Liberación Popular, fue detenido y trasladado a la Dirección General de Seguridad de la Puerta del Sol –hoy sede del Gobierno autonómico–, donde sería torturado. Murió el 20 de enero de 1969 bajo custodia de la Brigada Político-Social y aquel mismo día la maquinaria de la propaganda franquista comenzaría a lanzar la versión oficial de que se había suicidado. Sin embargo, su entorno nunca lo creyó. En 1989 los policías que le custodiaron se sentaron en el banquillo, fueron absueltos del delito de asesinato por falta de pruebas, pero la sentencia cuestionó la tesis del suicidio.
La filósofa María Zambrano, una de las integrantes de Las Sinsombrero, las olvidadas escritoras de la Generación del 27, cuyas figuras fueron recuperadas hace poco, ha sido otra de las homenajeadas. Estuvo en la Puerta del Sol en la celebración de la proclamación de la Segunda República y posteriormente se unió a las Misiones Pedagógicas. Se exilió tras la Guerra Civil a París, Nueva York y La Habana y acabó instalándose en México, de donde regresó en 1984. Al final de su vida fue reconocida y recibió el Miguel de Cervantes de Literatura en 1988.
Blas Infante Pérez de Vargas fue un político andalucista conocido como el padre de la patria andaluza. Escritor e intelectual, Infante defendió ideas vinculadas al progreso del pueblo, la educación libre, universal y gratuita o la expropiación de tierras. Detenido por un grupo de falangistas, el andaluz fue asesinado por aplicación del bando de guerra lanzado por Queipo de Llano la madrugada del 11 de agosto de 1936 en el km 4 de la carretera de Carmona. Su nieto ha acudido al homenaje.
Una niña al exilio, los políticos y los abuelos fusilados
María Egea Muñoz de Zafra, que ha recogido ella misma su declaración, tenía cinco años cuando se convirtió en la pasajera 2.388 del Stanbrook, el barco que partió de Alicante hacia el exilio en marzo de 1939. Nacida en Cartagena en una familia socialista y republicana, se embarcó junto a sus padres y su hermano Mateo hacia Orán. Allí estuvieron presos en una cárcel y su padre fue enviado a varios campos de concentración argelinos hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. De profesión maestra, María Egea se trasladó a París en 1996, donde sigue viviendo.
El político republicano y galleguista Alexandre Bóveda Iglesias, hombre de confianza de Castelao, fue encarcelado por los sublevados poco después del estallido de la Guerra Civil, en julio de 1936. Fue condenado a muerte y ejecutado en Poio el 17 de agosto. El diputado y ministro con Juan Negrín, también director del periódico El Socialista, Julián Zugazagoitia, tuvo que exiliarse a Francia al final de la contienda, pero fue detenido por la Gestapo y entregado a las autoridades españolas en julio de 1940. Fue fusilado en la tapia del cementerio del Este, en Madrid.
La nieta de los gaditanos Carmen Hombre y Juan Máximo Salazar ha recogido la declaración de reparación con la que el Estado reconoce que sus abuelos fueron víctimas del franquismo: ella, maestra y afiliada a la UGT. Él, oficial tipógrafo, concejal del Puerto de Santa María y secretario de la Agrupación Socialista de Jerez de la Frontera. Ambos fueron represaliados al inicio de la dictadura y ejecutados con un mes de diferencia entre uno y otra. Carmen, su abuela, estaba embarazada de ocho meses.
El juez, el prisionero de los nazis y las que buscaron a sus padres
Francisco Javier Elola y Díaz Varela fue magistrado del Tribunal Supremo y diputado por Lugo durante la Segunda República. Fue también fiscal general y uno de los encargados de redactar el anteproyecto de la Constitución de 1931. Ejecutado en 1939 en Barcelona, su nieto es el que ha recogido la declaración. Debido a su militancia republicana Basilio Blasco huyó de su pueblo natal (Allueva, Teruel) al estallar la Guerra Civil. Fue encerado en Francia en un campo de concentración, capturado por los alemanes y conducido al campo nazi de Mauthausen con el número 3479 para después pasar a Gusen, donde fallecería en 1941.
Otra declaración de reparación recogieron los familiares de Joaquín Amigo Aguado, profesor conservador y católico nacido en Granada que murió asesinado por milicianos en zona republicana al ser lanzado por el Tajo de Ronda en agosto de 1936. Es el único de los homenajeados ese martes que fue víctima de la Guerra Civil pero no de los sublevados, porque con el día de hoy se pretende reparar “a todas las víctimas”, ha dicho el ministro Torres, también las de la contienda. “La ley no pretende abrir heridas, sino cerrarlas”, ha añadido.
Conchita Viera Nevado ha recogido ella misma la declaración de reconocimiento por ser hija del alcalde socialista de Valencia de Alcántara (Córdoba) asesinado a manos de falangistas cuando tenía tres años. El cuerpo de su padre fue arrojado junto a otros 48 a la mina Terría y exhumado 81 años después. Pino Sosa Sosa recuperó los restos del suyo en 2017. José Sosa, de profesión hojalatero, fue prisionero en un campo de concentración de Gando (Gran Canaria), salió en libertad, pero un grupo de falangistas le volvió a detener mientras su familia no volvió a saber nada de él.
Un militar, la pedagoga y el artista de la copla
El militar Xosé Fortes Bouzán ha sido también el encargado de recoger él mismo su propia declaración. Miembro fundador de la organización clandestina Unión Militar Democrática, fue condenado y expulsado de las Fuerzas Armadas para diez años después ser amnistiado, ya en democracia. La escritora y periodista Consuelo Berges defendió ideas libertarias y feministas desde los periódicos y revistas en los que escribía. Fue miembro de la Logia masónica de Adopción Amor de Madrid, desde la que propugnaba la igualdad de género.
El sobrino nieto del artista de la copla Miguel de Molina ha recogido la declaración en su nombre. Cantaor y bailarín destacado, participó en festivales en la retaguardia republicana, pero fue secuestrado y apalizado, le raparon la cabeza y le obligaron a beber aceite de ricino –una práctica represiva común hacia las mujeres– al grito de “marica y rojo”. Se enfrentó a muchos obstáculos para continuar trabajando en España y se exilió a Argentina en 1942, donde murió.
La maestra republicana Justa Freire, una de las pedagogas más innovadoras del siglo XX. Vivió en Madrid, donde sería directora de una escuela vinculada a la Institución Libre de Enseñanza y al estallar la Guerra Civil se iría a Valencia a montar las colonias escolares para niños que se habían quedado huérfanos. Al finalizar la contienda los franquistas la detuvieron por “prácticas laicistas” y la condenaron a seis años de prisión, de los cuales cumplió dos en la madrileña cárcel de Ventas.
Por último, Luis Pérez Lara ha sido homenajeado como “símbolo de la recuperación de la memoria”. Ampliamente aplaudido por el auditorio, él mismo ha recogido la declaración como impulsor de la primera asociación de expresos políticos de España. Durante la dictadura fue condenada a 13 años de prisión, de los que cumplió siete.