Un paro que comienza a notarse en pescaderías y mercados de Alicante. Las protestas y movilizaciones convocadas por los pescadores del Mediterráneo contra la propuesta de la Comisión Europea (CE) para reducir los días de faena de los barcos de arrastre comienza a impactar en la cesta de la compra de los consumidores alicantinos. La normativa, que propone un límite de 27 días de pesca anuales frente a los 130 actuales, busca preservar los caladeros, pero está generando un rechazo masivo en el sector pesquero y comercial. Los pescadores alertan que esta medida no solo pone en riesgo su modo de vida, sino que también repercutirá en toda la cadena alimentaria: desde las pescaderías hasta los restaurantes, y en última instancia, en el bolsillo y la dieta de los consumidores.