“Hay una rata gigante detrás del mostrador…”; “el lugar está infestado…”, “al dueño no le importa la salud de sus clientes y empleados…”; “no lo recomiendo, el personal no es profesional en absoluto…”; “parece un Narc-Donald´s…”; “las papas están tan tristes y frías como el corazón de ese soplón…”La sucursal del restaurante McDonald’s ubicada en la pequeña localidad de Altoon al oeste del estado de Pensilvania recibe, en promedio, de dos a tres reseñas por mes en internet. Pero la tarde del lunes 9 de diciembre acumuló más de 100 comentarios negativos con calificaciones de una estrella en tan solo unas horas.La ola de críticas fue tal que Googletuvo que intervenir para removerlas y plataformas especializadas en directorios de restaurantes como YELP bloquearon los comentarios al considerar que estos estaban motivados por factores externos a la calidad del servicio.Y era cierto. No fue una hamburguesa en mal estado o una cocina sucia lo que detonó las mañas reseñas, sino el anuncio hecho por las autoridades de que un empleado de esta sucursal había hablado a la policía para alertar que, en una de las mesas, estaba una de las personas más buscadas de los Estados Unidos en los últimos días: el responsable del asesinato del CEO de la mega compañía de seguros de salud UnitedHealthcare, Brian Thompson. “Algunos han llamado héroe al homicida de Brian. Pero no es ningún héroe. El héroe real de esta historia es el trabajador de McDonald’s que llamó al 911. Héroes son los uniformados que han trabajado día y noche para capturarlo (…) en Estados Unidos no resolvemos nuestras diferencias con asesinatos a sangre fría”, declaró la noche del lunes el gobernador de Pensilvania Josh Sapiro, visiblemente molesto por el respaldo que en redes sociales ha recibido el sospechoso del crimen.¿Por qué el presunto homicida de un empresario ha sido defendido por múltiples personas en redes sociales? ¿Y por qué quienes lo denunciaron han sido el foco de ataques?La respuesta se encuentra en la crisis de atención a la salud que este país enfrenta desde hace varios años, y que deja en las manos de aseguradoras privadas como UnitedHealth la posibilidad – y el precio - de recibir la atención de un padecimiento.A diferencia de lo que ocurre en países de Europa o América Latina, en los Estados Unidos no existe un sistema de salud pública robusto. La responsabilidad de la atención a la salud en todos los niveles recae en instituciones privadas cuyas tarifas por una sola consulta y laboratorios médicos puede alcanzar miles de dólares.Para que sea humanamente posible cubrir esos costos el grueso de la población tiene que recurrir al mercado de las aseguradoras.Los que tienen un empleo formal cuentan con la “ventaja” de que su empleador facilita el “aseguramiento de su trabajador” al cubrir del 60 al 75 por ciento del costo mensual, y el trabajador paga de su bolsa el resto.Para los desempleados o personas con ingresos muy bajos, los gobiernos (federal o estatales) asumen el rol del empleador y cubren la mayor parte del costo, aunque la persona siempre le queda un margen de “algo” que debe pagar. No existe la concepción de salud pública como un servicio gratuito por derecho.UnitedHealth Group, la empresa que hasta antes de ser asesinado el pasado 4 de diciembre dirigía Thompson, es la aseguradora más grande de los Estados Unidos en cuanto a ganancias, capitalización el mercado y cobertura. Cuenta con al menos 52 millones de personas aseguradas, operan en los 50 estados y tiene más de 250 mil empleados.A su vez es la que enfrenta las mayores tasas de reclamos y rechazos ante negativas para cubrir un tratamiento o medicamento. De acuerdo con una medición realizada por la firma especializada Value Penguin, mientras que el promedio de reclamos rechazados de las compañías de seguros ronda el 20 por ciento, en el caso de UnietedHealth Carce alcanza el 32 por ciento. En promedio, uno de cada tres reclamos ante la negativa de cubrir un servicio es desestimado por la empresa.Un análisis publicado por la revista Fortune reveló que, desde abril de 2021, cuando Thompson fue nombrado director de la empresa, las políticas para las coberturas médicas se volvieron incluso más restrictivas.Delay, denayy depose(“retraso”, “negado” o “repuesto” en inglés) son algunos de los términos de la jerga de las aseguradoras para no dar una respuesta satisfactoria al pago de un servicio médico. Son también las palabras que el homicida de Thompson escribió en los casquillos con los que privó de la vida al director de UnitedHealth Group.Laberinto de tecnicismos, negativas y costos impagablesLucia, cuyo nombre completo se omite, pues no está autorizada por su empresa a hablar de estos temas, es una mexicana que desde hace dos años trabaja en una corporación importante de los Estados Unidos con oficinas en el distrito financiero de Manhattan, Nueva York.Como sucede con las compañías más grandes le informaron que su seguro médico estaría a cargo de UnitedHealth y le proporcionaron las páginas web, instructivos y requerimientos para que se inscribiera.En entrevista con MILENIO dijo que lo primero que le llamó la atención fue lo complejo del procedimiento para darse de alta, con todo tipo de cláusulas y condiciones sobre el tipo de cobertura que deseas y, sobre todo, que puedes pagar.“Tuve que pedirle ayuda a compañeros para que me ayudaran a entender los conceptos y ellos mismos tampoco lo tenían claro pese a llevar años inscritos en esto. Dependiendo de lo que pagues es la cobertura que tienes o el nivel que alcanzas… básico, premium y así."Y si incluyes la parte dental es aún más. Es como si estuvieras eligiendo un paquete de vacaciones o de algún tipo de entretenimiento, pero no. Lo que estas eligiendo es el servicio médico que puedes o estas dispuesta a pagar” dijo en entrevista.Apenas en noviembre la mexicana hizo ajustes en su cobertura para incluir a su esposo y ello encareció el costo. En números redondos ahora debe pagar 400 dólares al mes (unos 8 mil pesos) mientras que el resto, mil 600 dólares aproximadamente, lo cubre la empresa.“Es una locura, pero lo peor es cuando te llegan las facturas de las atenciones que has recibido en el año y te das cuenta de que hay cosas que no entraron. Que las negaron. Ahora mismo y por lo que entiendo yo ya debo 30 mil dólares de tratamientos que denegó United. Obvio no puedo pagar eso. Y una vez intenté hablar con ellos para preguntar, pero jamás logré que un ser humano me respondiera” agregó.Tras el asesinato de Thompson, los medios en Estados Unidos reportaron un creciente número de publicaciones en redes sociales con quejas de los ciudadanos sobre las políticas de las aseguradoras como UnitedHealth y otros servicios.Por ejemplo, Yolanda Wilson posteó en Bluesky y en X que United le negó el pago de su cirugía solo dos días antes de la fecha en que ya estaba programada. Dijo que, si bien no celebraba el asesinato de Thompson, esperaba que el crimen diera paso a una plática seria sobre el tema.La Radio Nacional Pública de los Estados unidos (NPR) recogió testimonios como el de una mujer que dijo que a su madre le negaron el pago de un escáner para ver el avance de su cáncer nivel 4 que ya había hecho metástasis hasta su cerebro. O el de otra persona que publicó el documento en el que UnitedHealthcare le negó la cobertura de una silla de ruedas eléctrica que su hijo necesitaba.En Tik Tok, el anestesiólogo Brian Schmutzle dijo que, si bien el asesinato de Thompson era un evento trágico para él y para su familia, el crimen ponía luz sobre hechos más granes y de mayor relevancia.“Desde mi perspectiva, tenemos un problema mayor con las compañías de seguros en general cuyo trabajo, esencialmente, es ganar dinero, no realmente pagar por la atención médica" posteó el anestesiólogo.Una encuesta publicada en 2023 a cargo de la firma KFF, especializada en el estudio de políticas de salud, encontró que seis de cada 10 adultos enrolados en las compañías aseguradoras enfrentaron problemas al intentar usar su cobertura.Dichos problemas incluyen reclamaciones denegadas, problemas de adecuación de la red, demoras y denegaciones de preautorizaciones, entre otros.En entrevista con la NPR Pam Herd, profesora de la Universidad de Míchigan que ha publicado diversos estudios sobre las dificultades para acceder a servicios gubernamentales, alertó que, a los problemas de una cobertura deficiente y costos excesivos, se suma un servicio que, en muchos casos, requiere el llenado de formas muy complicadas aun cuando se haga por internet, y de llamadas telefónicas eternas para intentar aclarar una duda, pedir una orientación o tratar de encontrar a un especialista.“He tirado la toalla varias veces porque simplemente es imposible encontrar incluso un doctor general que incluya tu cobertura. Pedir ayuda solo complica aún más las cosas. Por lo que esto cuesta no debería ser así” dijo Lucía a MILENIO.Evidencia incriminatoriaEn este contexto de polarización el sospechoso del asesinato de Brian Thompson, Luigi Mangione, enfrentó ayer una nueva audiencia en Pensilvania en la que fiscales de Nueva York le imputaron los cargos de homicidio en agravio del CEO de UnitedHealth Care y pidieron que sea extraditado a este estado para enfrentar el proceso.Los funcionarios sostuvieron que cuentan con información y evidencia inicial que ligan de forma directa a Mangione con el crimen. Entre ellos, un escrito con el que fue detenido, similar a un manifiesto, en el que expresa su disgusto con la “industria de la salud” en los Estados Unidos, a la que califica como cara e ineficiente.Un jefe de la policía declaró que el joven de 26 años parece verse así mismo como un “héroe” en el combate a la corrupción según lo declarado en sus escritos.Mangione, por su parte, no ha hecho comentarios en las audiencia sobre su potencial culpabilidad. En cambio, su abogado defensor expresó ayer que no están de acuerdo con su extradición en Nueva York y harán uso de los recursos legales a su alcance para evitarlo. Las autoridades calculan que el procedimiento de extradición podría tomar d 30 a 45 días en las cortes. Mientras eso sucede, el sospechoso deberá permanecer en una prisión estatal,dado que, por segunda vez, le fue negada la fianza.EHR