Magnífica victoria del
Barça en Europa, en un escenario sublime, ante un buen rival que no perdía en casa desde 2021 y con los jugadores vestidos de azulgrana para culminar una noche redonda. El empate era bueno para los dos equipos, que dejaba a los culés como segundos y al
Borussia como tercero en la clasificación. Pero no hubo ‘biscotto’ y ambos equipos quisieron ganar el encuentro y ofrecieron un partidazo. Ganó el mejor y el Barça se colocó segundo clasificado en solitario, muy cerca de clasificarse directamente para octavos de final. Anoche los de
Flick hicieron muchas cosas bien, en todas las fases del campo, y jugaron con la misma concentración e intensidad que lo hicieron en el Bernabéu o ante el Bayern. Y tuvieron premio. Después de una de las mejores primeras partes de la era
Flick, en la segunda el partido enloqueció. Si el Borussia entró en la lucha por la victoria fue por el penaltito que el linier le señaló a
Cubarsí y que el VAR no quiso rectificar. Y cuando todo parecía más complicado, a 20 minutos del final, Flick sentó a
Lewandowski,
Raphinha y
Olmo de una tacada y puso en el césped a la criticada triple F:
Ferran,
Fermín y
Frenkie de Jong. Y la apuesta de las piernas frescas fue determinante.
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