Una Nochevieja diferente: siete países con tradiciones curiosas para recibir el nuevo año
De romper platos en Dinamarca a zambullirse en aguas heladas en Países Bajos, pasando por las bolas de fuego de Escocia. Si lo de tomar 12 uvas ya te aburre, con planes como estos puedes convertir tu fin de año en una experiencia inolvidable mientras conoces un nuevo destino
Uno de los viajes más bonitos se hace en tren, cuesta menos de 20 euros y está muy cerca de España
La tradición española de tomar 12 uvas para despedir el año, aunque la tenemos totalmente interiorizada, en realidad es algo que llama mucho la atención en el extranjero. Y eso que no es la única, también hay quien suma la ropa interior roja, deja una maleta detrás de la puerta con la esperanza de un año lleno de viajes o quien brinda con joyas en la copa para atraer prosperidad. Pero por muchas que haya, estas se pueden quedar cortas si tenemos en cuenta lo que se hace en otros países europeos.
La transición entre un año y otro, en el que recordamos el que se va y auguramos uno nuevo prometedor, está lleno de rituales y supersticiones, mires donde mires. Y si quieres descansar un poco de las de aquí y variar, verás que no hay que irse muy lejos para vivir experiencias totalmente nuevas y diferentes. Cada país tiene sus costumbres, por lo que ¿qué mejor momento para visitarlos mientras conocemos de primera mano sus más arraigadas tradiciones?
Del Hogmanay de Escocia a los platos de Dinamarca, pasando por la molibdomancia de Finlandia o las zambullidas heladas de Países Bajos, aquí tienes unas cuantas tradiciones europeas que no solo son originales, sino que también pueden ser la excusa perfecta para disfrutar de un viaje totalmente diferente.
Escocia: Hogmanay y el primer visitante del año
En Escocia, la Nochevieja es sinónimo de Hogmanay, un festival que combina tradiciones ancestrales y que se remonta a la celebración del solsticio de invierno de los vikingos. En muchos pueblos y ciudades encontramos desfiles de antorchas, hogueras y fuegos artificiales, pero si hay algo que llama especialmente la atención es la Fireball Ceremony de Stonehaven, en la que los participantes hacen girar a su paso por las calles grandes y brillantes bolas de fuego. Además, justo después de medianoche, todo el mundo canta Auld Lang Syne, una popular canción escocesa cuya letra es un poema escrito en 1788 por Robert Burns, uno de los poetas escoceses más conocidos.
Pero hay más, porque otra costumbre auténticamente escocesa es el first-footing, que consiste en que el primer visitante del año cruce el umbral de la casa con regalos simbólicos como whisky o shortbread, las típicas galletas de mantequilla. Eso sí, según la superstición, debe ser un hombre alto y moreno para traer buena suerte, porque una mujer pelirroja, en cambio, es presagio de mala fortuna.
- Ya que estás…
No puedes perderte Edimburgo, con sus imponentes vistas desde el Castillo y la animada Royal Mile. Además, en la capital escocesa no faltan los grandes conciertos para despedir el año. Si buscas algo más rural, las Highlands ofrecen paisajes de película y allí, o en islas como la de Skye, encontrarás tradiciones que te llevan a otra época.
Islandia: sátira televisiva y fuegos artificiales
La Nochevieja islandesa tiene su punto de partida con la misa que se celebra a las 18.00 horas en la catedral de Reikiavik, que además se retransmite a todo el país. Pero el momento más esperado es cuando se emite Áramótaskaupið (“la comedia de Año Nuevo”), un programa televisivo que repasa el año desde un enfoque satírico y que nadie se quiere perder. Se ha emitido anualmente desde 1966 y suele mostrar poca piedad hacia sus víctimas, especialmente políticos y artistas. Reúne a familias y amigos frente a la pantalla y, después de las risas, Reikiavik se ilumina con fuegos artificiales lanzados por los propios ciudadanos, creando un espectáculo tan bonito como caótico.
- Ya que estás…
Una vez en Islandia, Reikiavik es solo el comienzo. Si has llegado hasta aquí, tienes una oportunidad única de aventurarte en busca de auroras boreales, relájate en las aguas termales de la Laguna Azul o explora el Golden Circle (o Círculo Dorado), con maravillas como Thingvellir, Geysir y la cascada Gullfoss.
Dinamarca: platos rotos y saltos al futuro
En Dinamarca, la tradición dicta romper platos frente a las puertas de las casas de tus amigos y familiares, un gesto que simboliza buenos deseos para el año entrante. De hecho, quien más platos rotos encuentra frente a su puerta es alguien especialmente afortunado, y se puede sentir orgulloso de ser una persona tan querida y popular mientras barre los añicos. Además, a medianoche, los daneses se suben a sillas y saltan desde ellas al Año Nuevo, para así entrar en enero con un ritual que, según dice, aleja los malos espíritus y atrae la buena suerte.
- Ya que estás…
Copenhague es perfecta para Nochevieja, con los Jardines de Tivoli decorados hasta el más mínimo detalle para transmitir una sensación de pura magia. Además, el barrio de Nyhavn y la icónica Sirenita son imprescindibles para cualquier visitante.
Países Bajos: zambullida helada y valentía
En Países Bajos también hay una tradición que mueve a miles de personas en todo el país, pero más que para despedir el año que se va, se lleva a cabo el día 1 de enero para dar la bienvenida al nuevo que acaba de comenzar. Es un evento totalmente festivo conocido como Nieuwjaarsduik, o zambullida de Año Nuevo. La mayor concentración de asistentes se da en Scheveningen, junto a La Haya, donde más de 10.000 personas se unen para sumergirse en las gélidas aguas del mar. Pero esta tradición se celebra en muchos otros lugares, en decenas y decenas de ellos, utilizando playas o lagos de todo el país. Es una fiesta a la que hay que echarle valor y los disfraces están a la orden del día. Desde luego, si el acto simboliza comenzar el año con energía renovada, no cabe duda de su éxito.
- Ya que estás…
Ámsterdam es una ciudad preciosa, y en Nochevieja más todavía. Para despedir el año el plan es no perderse el espectáculo Electric Fireworks en Museumplein, donde música, luces y fuegos artificiales se unen a una enorme cuenta atrás para celebrar la llegada del nuevo año. Además, aprovecha para probar los oliebollen, un dulce típico de Año Nuevo.
Irlanda: panes para la suerte y vientos proféticos
Irlanda está llena de rituales y supersticiones, y en Nochevieja no iba a ser menos. Aquí, el Christmas bread, o pan navideño, tiene un papel fundamental en el transcurso del año que entra, pues no solo se come, también se golpean puertas y paredes con él para ahuyentar la mala suerte y dar la bienvenida a los buenos espíritus.
Otra tradición curiosa es observar la dirección del viento en Año Nuevo pues, según los irlandeses, puede predecir el destino político del país. Si el viento es del oeste, existe la posibilidad de que ese año reine la buena fortuna, pero si el viento sopla del este, el efecto es justo el contrario. Además, esa noche algunos irlandeses esconden una ramita de acebo, muérdago o incluso hiedra debajo de la almohada. Según la leyenda, permite a los solteros vislumbrar en sus sueños a sus futuras parejas.
- Ya que estás…
Dublín es ideal para recibir el año, sus calles se llenan de conciertos y de fuegos artificiales, pero además puedes aprovechar para visitar rincones tan icónicos como el Temple Bar animado o el Trinity College. Para un plan más tranquilo, siempre puedes optar por zonas como Donegal, donde el gaélico aún está muy vivo, y con él sus tradiciones.
Finlandia: adivinar el futuro con metal fundido
En Finlandia lo de las creencias y las supersticiones en Nochevieja va un paso más allá. ¿Sabes lo que es la molibdomancia? Pues aquí es un ritual que se ha transmitido de generación en generación. Según la tradición, se ha de verter plomo o estaño fundido en un barreño de agua, pero hoy día, como es algo difícil de conseguir y además es peligroso, también se opta por hacerlo con la cera de una vela. De las formas que adoptan al enfriarse en el agua se hacen interpretaciones sobre lo que deparará el nuevo año: un corazón o un anillo simbolizan matrimonio, un barco, viajes, y un cerdo, abundancia de comida.
- Ya que estás…
Helsinki combina lo mejor de la modernidad y la tradición. La plaza Kansalaistori se ha establecido como sede de las celebraciones de Nochevieja, donde no faltan la música y los espectáculos. Hay un programa de entretenimiento para todas las edades y la noche finaliza con un gran castillo de fuegos artificiales. Aprovecha para visitar Suomenlinna, una fortaleza construida sobre seis islas declarada Patrimonio de la Humanidad, y no olvides experimentar la auténtica cultura finlandesa en una sauna junto al mar.
Portugal: pasas de la suerte y el cielo de Madeira
Con Portugal tenemos mucho en común y en Nochevieja no iba a ser para menos. Aquí las campanadas no se acompañan con 12 uvas, pero sí con 12 pasas, que al fin y al cabo son la misma fruta pero deshidratada. Así que poca novedad. También está la tradición de cambiar de año vistiendo ropa interior azul, que no roja como aquí, y de 'comenzar el año con el pie derecho', para lo que justo antes de medianoche has de subirte a una silla para poder entrar literalmente al nuevo año con buen pie. Eso sí, aquí no hay necesidad de saltar como en Dinamarca. Y para rizar el rizo, también hay quien pone un billete de 20 euros, o más, dentro de su zapato derecho, símbolo sin duda del deseo de un próspero año nuevo.
- Ya que estás…
Para hacerlo bien, tienes que vivir la Nochevieja en Madeira. En la ciudad de Funchal los fuegos artificiales iluminan el cielo en uno de los espectáculos pirotécnicos más impresionantes del mundo. Tanto es así, que en 2006 entraron en el Libro Guinness de los Récords.