La solución alternativa a los trasvases impuesta por el Gobierno a los regantes del Tajo-Segura -la desalación - de momento está lejos de serlo, porque ya ha superado los volúmenes de agua de transferencias del acueducto y, sin embargo, los agricultores siguen con restricciones del 40% o el 57%, según la zona. Aunque el presidente Pedro Sánchez visitó en febrero la mayor planta desalinizadora de Europa, la de Torrevieja , y anunció una inversión millonaria para aumentar su capacidad, y por mucho que el líder castellano-manchego Emiliano García- Page ha conseguido hace unos días meter en la Ponencia Marco del Congreso Federal del PSOE su moción para que el campo se riegue sólo así , los números no salen. Tal como acaba de informar la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), durante el último año hidrológico, los trasvases autorizados procedentes de los embalses de Entrepeñas y Buendía han proporcionado a un total bruto en origen de 294 hectómetros cúbicos, de los que 194 han ido destinados a la agricultura de regadío y 89 al abastecimiento de poblaciones. La Junta de Gobierno ha constatado la « importancia de las aguas desaladas en esta cuenca»: las desalinizadoras gestionadas por Acuamed -Águilas, Torrevieja y Valdelentisco- produjeron un volumen de 158 hectómetros cúbicos; las de la Mancomunidad de Canales del Taibilla (MCT) -Alicante I y II, San Pedro I y II-, 65,4, y la de Escombreras, gestionada por la Comunidad, aportó 3,2. En total, 226 hm3 frente a esos 194 enviados desde la cuenca del Tajo. Con estas dos fuentes de suministro y los recursos propios de la demarcación del Segura en sus embalses, la Mancomunidad ha informado de que puede asegurar el abastecimiento para la población durante el presente año hidrológico, 2024-2025, gracias a ese « mix » del agua que aúna recursos procedentes del río Taibilla y los aportes del trasvase Tajo-Segura y por la desalación. No obstante, los agricultores de Alicante , Murcia y Almería seguirán con penuria hídrica. «Los desembalses que se han producido en los meses de octubre y noviembre totalizan 30,9 hectómetros cúbicos frente a una curva objetivo de 16,8 hectómetros, por lo que se ha producido un desfase de 14,1», señalan desde la Confederación. «Por todo ello, el organismo de cuenca ha comunicado que deben mantenerse las restricciones vigentes para los usuarios de regadíos -fijadas en el 40% para tradicionales y 57% para no tradicionales-», anuncian. De momento, el contexto de sequía castiga a los regantes y las perspectivas a medio y largo plaza les dan pocas alegrías, por la planificada elevación de caudales ecológicos en el Tajo a 8,6 metros cúbicos por segundo en 2027 y la consiguiente merma a la mitad de los trasvases. Las precipitaciones del pasado año hidrológico, que se extendió del 1 octubre 2023 al 30 de septiembre 2024, han permitido «caracterizar a este año como el segundo más seco de la última década », al registrar una precipitación media de 179 litros por metro cuadrado, un 40% menos a la recibida en el año 2022-2023. Este dato demoledor un 52% es inferior al promedio de los cinco años anteriores y un 47% menos de los 10 anteriores en el mismo periodo, según la CHS. Así lo ha trasladado su presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, y los responsables de las distintas unidades del organismo de cuenca, a la Junta de Gobierno en una reunión celebrada este jueves. Acerca de los efectos de la DANA acontecida entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre -cuyas lluvias no se contabilizan en el año hidrológico concluido en septiembre- según los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del Segura, se recogieron 32 hectómetros cúbicos en los embalses de regulación en ese periodo.