El tiempo de Adviento avanza hacia su culminación , dejando atrás el domingo de Gaudete, una jornada marcada por la alegría y la esperanza de la inminente llegada de la Navidad, con la celebración del nacimiento del Señor. En Sevilla, este domingo fue especialmente destacado por las tres salidas que recorrieron diferentes puntos de la ciudad. Entre estas, sobresalió la procesión extraordinaria de la Virgen del Pilar de San Pedro, que tuvo como destino la Santa Iglesia Catedral. Este evento formó parte de los actos conmemorativos del II Congreso Nacional de Hermandades de la advocación del Pilar, un encuentro que ha reunido a diversas corporaciones para compartir su fe y fortalecer los lazos entre ellas. El frío volvió a hacerse notar en Sevilla . En las primeras horas de la mañana, comenzó el rosario de la Virgen del Pilar hacia la Catedral, un acto cargado de recogimiento que evocó la pureza y la esencia de las salidas tradicionales. Le acompañó el coro de Bormujos de una imagen que dejó multitud de estampas para los anales. Al regreso, después de la eucaristía presidida por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses , la hermandad recibió la medalla de oro de la Virgen de los Reyes. Este emotivo momento dio paso a una procesión que recorrió el barrio de Santa Cruz, los alrededores de San Nicolás y continuó por la Alfalfa antes de culminar en San Pedro. Antonio Santiago dirigió con maestría a la cuadrilla de costaleros, mientras que la banda de las Cigarreras aportó el acompañamiento musical, llenando de solemnidad y emoción cada paso del cortejo. Mientras tanto, en el barrio del Arenal, la Virgen de Guadalupe realizó su salida y regresó en la misma mañana hacia la iglesia de San Jorge, en el Hospital de la Caridad, para presidir la función solemne dedicada a la dolorosa. Este momento tuvo un significado especial, ya que se trata de la última imagen que visitará este templo antes de su cierre temporal por restauración. Mañana espléndida en las Aguas, una hermandad que está a punto de iniciar la conmemoración del 275 aniversario fundacional. En el extrarradio, se vivió otra estampa clásica con la Virgen de la Encarnación de San Benito, que realizó su tradicional salida para visitar, como cada diciembre, la residencia de las Hermanitas de los Pobres. Un acto cargado de cercanía y devoción, en el que la dolorosa llevó consuelo y esperanza a los mayores que allí residen, reforzando los lazos de fe y caridad que caracterizan esta cita anual.
