El puente más largo del mundo está en China: Danyang-Kunshan, la megaobra capaz de resistir terremotos de hasta 8 grados
El Gran Puente de Danyang-Kunshan se posiciona como una de las obras de infraestructura más impresionantes de China y la Tierra. Con una longitud récord de 164,8 kilómetros, el puente más largo del mundo conecta las ciudades de Kunshan y Danyang, en la provincia de Jiangsu, atravesando urbanizaciones, ríos y extensos arrozales en el delta del río Yangtsé. Inaugurado el 30 de junio de 2011, esta megaconstrucción marcó un hito en la ingeniería china y transformó el transporte ferroviario al integrarse a la línea de alta velocidad Pekín-Shanghái.
El proyecto requirió una inversión de 8.500 millones de dólares y un equipo de más de 10.000 trabajadores. A lo largo de cuatro años, se utilizaron 450.000 toneladas de acero y 2,3 millones de metros cúbicos de hormigón, suficientes para construir 65 torres Eiffel. Este puente, además de su récord Guinness, recibió el Premio Luban de Ingeniería de Construcción China, lo que lo consolida como un símbolo de innovación.
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El gran puente de Danyang-Kunshan, el más largo del mundo
El puente más extenso del mundo, diseñado para resistir terremotos de hasta 8 grados en la escala de Richter, es un ejemplo destacado de ingeniería resiliente. Sus 2.000 pilares y una altura promedio de 30 metros garantizan su solidez incluso en condiciones adversas, como tifones y fuertes movimientos sísmicos.
El trazado del Gran Puente de Danyang-Kunshan fue una solución para evitar demoliciones urbanas y proteger el entorno natural. Su recorrido incluye el paso por más de 150 ríos y 180 carreteras, además de tramos desafiantes como el cruce del lago Yangcheng, que con 9,6 kilómetros de longitud representó un reto técnico clave.
Trenes de alta velocidad y desarrollo urbano: el impacto del gran puente de Danyang-Kunshan
Por el Gran Puente de Danyang-Kunshan circulan trenes que alcanzan velocidades de hasta 350 kilómetros por hora, el cual conecta Kunshan y Danyang en minutos y facilita la movilidad en la línea de alta velocidad Pekín-Shanghái, que abarca un total de 1.318 kilómetros. Esta infraestructura no solo reduce distancias, sino que también impulsa el desarrollo urbano y económico en la región del delta del río Yangtsé.
El impacto del puente se extiende a ciudades como Changzhou, Wuxi y Suzhou, debido a que alivia el tráfico terrestre y promueve un crecimiento sostenido. Gracias a su diseño elevado, se preservaron áreas urbanas y naturales, por lo que se evitan costosas modificaciones al terreno.