Este país de América Latina revoluciona el transporte público con autobuses eléctricos: el más sostenible de la región
Chile se posiciona como líder en sostenibilidad y modernización del transporte público en América Latina, con la implementación de una flota de autobuses eléctricos que transforma la movilidad urbana. Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, busca reducir las emisiones y promover un futuro más limpio.
La capital, Santiago, se convierte en un modelo a seguir al adquirir 214 autobuses eléctricos de fabricación china, lo que eleva su flota total a aproximadamente 2.500 unidades. Este esfuerzo no solo representa una inversión significativa en tecnología limpia, sino que también destaca la creciente cooperación internacional en movilidad sostenible.
Con esta modernización, Santiago se alinea con metrópolis globales como Londres y Hong Kong, consolidándose como un referente en innovación y sostenibilidad en el transporte público.
Un proyecto transformador en Santiago
La electrificación del sistema de autobuses urbanos en Santiago es parte de un proyecto más amplio que busca renovar la flota de autobuses diésel en diversas municipalidades del país. La colaboración con empresas tecnológicas y el apoyo del gobierno han sido fundamentales para llevar a cabo esta transformación.
Juan Carlos Muñoz, ministro del MTT, afirmó: "Nuestra ciudad, Santiago de Chile, sigue posicionándose a la vanguardia en movilidad de transporte público urbano". Este compromiso con la modernización y la sostenibilidad es un paso crucial hacia un futuro más limpio y eficiente.
¿Cómo son los nuevos autobuses eléctricos?
Los nuevos autobuses eléctricos tienen dimensiones de 12 metros de largo y 2,55 metros de ancho, con capacidad para 97 pasajeros, incluyendo espacios para personas con discapacidad. Su tiempo de carga oscila entre 1,5 y 2 horas, y están equipados con aire acondicionado, cámaras de seguridad, puertos USB y conexión Wi-Fi.
Con un costo de US$560.000, estos autobuses representan una inversión significativa en comparación con los modelos de un solo piso, que tienen un precio de US$280.000. Este esfuerzo por modernizar el transporte público también incluye la incorporación de autobuses de dos pisos, que se sumarán a rutas de alta demanda en la ciudad.
Impacto de los autobuses eléctricos en la movilidad urbana
La implementación de autobuses eléctricos en Santiago no solo mejora la calidad del aire, sino que también optimiza el servicio de transporte público. La Red Metropolitana de Movilidad de Santiago cuenta actualmente con 2.480 autobuses eléctricos, lo que la convierte en la mayor flota de este tipo en el mundo, después de China.
La modernización del transporte público en Santiago avanza rápidamente, con la reciente incorporación de autobuses eléctricos en comunas como San Bernardo, El Bosque, La Pintana y La Cisterna. Este proyecto integral busca promover un transporte más sostenible y eficiente para todos los ciudadanos.
Comparativa con otras ciudades
Otras ciudades del mundo, como Londres, Ciudad de México, Singapur y Hong Kong, también han adoptado autobuses eléctricos, pero la flota de Santiago se destaca por su tamaño y compromiso con la sostenibilidad. La colaboración con fabricantes como Yutong ha permitido a Chile consolidarse como un referente en electromovilidad en la región.
Además, la capital chilena ha utilizado estos autobuses como herramienta fundamental durante eventos importantes, como los Juegos Panamericanos, demostrando su capacidad para adaptarse a las necesidades de transporte de la población.
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El futuro del transporte en Chile
Chile no solo se destaca en el ámbito del transporte público, sino que también ha revolucionado el transporte ferroviario con la inauguración de un tren de alta velocidad que conecta Santiago con Curicó en solo dos horas. Este servicio, que alcanza velocidades de 160 km/h, ofrece una capacidad para 236 pasajeros, reduciendo significativamente los tiempos de viaje.
Con estas iniciativas, Chile se posiciona como un líder en innovación y sostenibilidad en América Latina, marcando un camino hacia un futuro más limpio y eficiente en el transporte público.