La valiente lucha de Gisèle Pelicot, un icono feminista en el mundo
"Soy una mujer completamente destruida y no sé cómo me voy a levantar. No sé si mi vida dará para entender todo lo que me ha ocurrido", confesó. Los actos del hombre que estuvo a su lado durante medio siglo, un narcisista egocéntrico con múltiples desviaciones sexuales, como describieron los expertos psiquiatras, lo pusieron todo en cuestión. Una vida feliz rota por las violaciones La historia de vida de Gisèle Pelicot está marcada por una infancia feliz, un desempeño profesional exitoso en la eléctrica pública francesa EDF y un matrimonio unido, tras una breve separación, como ella misma expuso ante el tribunal.Gisèle y Dominique se casaron en 1973, con 20 años, en una unión que los padres de él rechazaron. Tras una vida en la región de París, en 2013 la ex pareja se instaló en Mazan, un pueblo de apenas 6 mil habitantes en el sureste de Francia, para disfrutar de una plácida jubilación.Allí fue cuando Dominique dio rienda suelta a sus múltiples delirios, que inició en 2011.Hasta 2020 estuvo atentando contra la integridad física de su mujer, a la que puso en peligro de muerte por las altas dosis de ansiolíticos que le suministraba a escondidas, además de por las enfermedades de transmisión sexual que le contagiaron, que le expusieron a graves problemas de salud.Por el camino, Gisèle vivía con múltiples pérdidas de memoria, que su entorno percibía con preocupación, especialmente sus hijos, que pensaban que padecía alzhéimer o una enfermedad similar, al constatar también una reducción de peso importante en pocos años.???? Hoy volvió al estrado Gisèle Pelicot en el juicio contra los 51 hombres, incluido su ex marido, acusados de haberla drogado y violado durante años y le recordó al mundo que la vergüenza tiene que cambiar de bando ✊???????????? pic.twitter.com/g5WUxce7JW— Causa Justa por el Aborto (@causajustaco) October 23, 2024
Ella temía por su vida y estaba angustiada por la posibilidad de no ver crecer a sus nietos, como relató ante el tribunal.A pesar de consultar a varios médicos en ese periodo, estos nunca percibieron nada extraño, si bien sufría una intoxicación química, por las drogas que le daba su marido, y también padeció enfermedades de transmisión sexual. El divorcio no llegó hasta tres años después de la detención de su marido y el descubrimiento de la amplitud de sus delitos. Habían sido 51 años de matrimonio con tres hijos, David, Caroline y Florian. Por ella y por los que vendrán Pese a su fragilidad, Gisèle decidió resistir. Por ella, por sus hijos, por sus nietos y por las generaciones futuras, igual que todas las víctimas de violencia sexual, como expusieron sus abogados, Antoine Camus y Stéphane Babonneau."Tengo nietos que se apellidan Pelicot y no quiero que sientan vergüenza por su apellido sino orgullo de su abuela", defendió al ser cuestionada por la abogada de un acusado, que le preguntó por qué decidió mantener el apellido de casada, a pesar de haberse divorciado de su violador."Nos acordaremos de la señora Pelicot, mucho menos del señor Pelicot. Ya no habrá vergüenza de apellidarse así", añadió con firmeza.YRH