En abril de 2021, la irrupción de la noticia de la Superliga incrementó los decibelios de los espacios deportivos y alteró el estado de ánimo de sus presentadores. Exhibían un nerviosismo y un ímpetu informativo inaudito, como si en cuestión de horas, el mundo del fútbol fuera a cambiar radicalmente y, en consecuencia, las vidas de todos. El Telediario de La1 mantuvo su equilibrio habitual, pero diseccionaron la nueva competición con precisión exquisita. Analizaron las consecuencias económicas y la cotización en bolsa de los clubes. En Cuatro y en Jugones se recrearon en un lenguaje cargado de agresividad que hablaba de terremotos, de guerras y de revoluciones. Bautizaban la jornada como un día histórico y vaticinaban que la Superliga se iba a convertir en “la competición que lo va a cambiar todo”. No podían disimular su ilusión ante el proyecto. Recordemos que, como esperpento inaugural,
Florentino Pérez, presidente de la competición, eligió ‘El Chiringuito’ como escaparate oficial para hacer la presentación. Un arranque destartalado que ya auguraba la solidez del proyecto. A la mañana siguiente, un
García Ferreras eufórico abría su programa de debate de laSexta con la noticia. La promesa y la ilusión no duraron ni cuarenta y ocho horas, con los presentadores rasgándose las vestiduras cuando el proyecto de la Superliga se desintegró con una facilidad asombrosa.
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