De Vaca Muerta al litio: cómo se reconfigura el mapa de las inversiones en la Argentina
En este 2024 el clima de negocios se consolida y las expectativas para 2025 son positivas en lo que respecta a las inversiones productivas. Después de un 2023 heterogéneo, en el que la minería fue casi el único motor de la economía local, este año se reactivaron los anuncios de inversiones en otros sectores: construcción, oil & gas, automotrices y hasta retail.
La coyuntura local colaboró para que así sea, dejando las elecciones y la gran incertidumbre atrás. Con el nuevo gobierno, el horizonte pasó a ser más claro y algunas medidas de la gestión de Javier Milei ayudaron a que firmas de distintos rubros apostaran por inversiones a mediano y largo plazo.
En ese escenario, la reglamentación del RIGI fue fundamental, y dinamizó los desembolsos en grandes obras, principalmente en el segmento del oil & gas, industria en la que se dieron distintos anuncios, sobre todo en la segunda mitad del año. De esta manera, este régimen, que ofrece incentivos fiscales y jurídicos durante 30 años para proyectos que superen los u$s 200 millones, fue una de las medidas más relevantes para las empresas.
Según Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Económico y fundador de la consultora Equilibra, durante este año Vaca Muerta continúa como uno de los principales motores. Sin embargo, considera que todavía no se pusieron en marcha grandes inversiones, aunque hay proyectos vigentes.
En paralelo, la coyuntura internacional frenó y desaceleró la actividad en algunos rubros que prometían ser un boom en 2023. Por caso, la caída en el precio del litio generó un impacto directo en los proyectos vigentes en la Argentina y en toda la región. Eso hizo que este rubro no registrara los niveles de inversiones productivas que se esperaban. De todas maneras, se estima que en 2025 seguirá siendo una industria relevante, a pesar de que el valor del mineral continuaría a la baja.
Natacha Izquierdo, directora de Operaciones de Abeceb y economista especializada en sectores, explica que las compañías que estaban ampliando sus obras frenaron el desembolso de Capex y los "tiraron para más adelante". Además de la caída en el precio del litio, la economista explica que se estiró la agenda verde a nivel global, algo que también impactó en las inversiones locales. "Sigue siendo una industria interesante, sobre todo con la aprobación del RIGI, pero se frenó la expectativa", resume.
En el agro, asimismo, el tipo de cambio también frenó los niveles de inversión, a la espera de un precio que resulte más competitivo. Según Gravina, la inversión de la campaña pasada fue baja por el cambio de gobierno y la sequía, y este año esta situación estuvo netamente vinculada al atraso cambiario.
"Se apagó la rentabilidad. El sector sigue reclamando por la baja de retenciones, y se suma la caída en el precio internacional", sumó el economista sobre el valor de la soja, que a lo largo de 2024 llegó a su precio más bajo en cinco años. Y para 2025 el panorama es similar, ya que el rendimiento se mantiene bajo por el tipo de cambio. "El gobierno seguiría con este esquema hasta el año que viene, no hay expectativas de devaluación en el corto plazo".
Con todo, en un 2024 en el que la caída del PBI se estima que sea de 3 puntos, las inversiones productivas representan casi un 18 por ciento del producto, según datos de Abeceb.
¿Qué se espera para 2025?
Sigaut Gravina considera que para 2025 se comienza a ver una recuperación en la curva, tanto en la actividad económica como en las inversiones productivas. "El tercer trimestre de este año fue la bisagra, y se espera que esta tendencia se extienda al año que viene", considera. Según su análisis, la apreciación cambiaria complicaría a los sectores transables, como el agro y la industria. En contrapartida, podría registrarse una gradual recuperación en servicios no transables, con inversiones en algunos nichos de IA en el retail.
Asimismo, oil & gas se mantendrá como la industria más relevante en lo que respecta a las inversiones productivas. Además, Izquierdo pone la lupa en la energía renovable, un sector que ya comenzó a tener anuncios relevantes en este 2024. "Hay un ambiente de negocios que incentiva la inversión, creo que el año que viene habrá cosas concretas. Tal vez no a los niveles que esperamos, pero la inversión va a crecer en términos de PBI, incluso con el cepo", dice la economista.
Así, considera que el porcentaje de inversión sobre el PBI podría superar el 20 por ciento. "El gobierno demostró que no se mueve de sus objetivos. Los indicadores muestran un fin de la recesión", concluye.