Empieza ya a ser verdaderamente preocupante la proliferación de ciertos proyectos expositivos que bajo la pretensión de mostrar la obra de determinados artistas del pasado o del presente –todos ellos, con mayor o menor gancho mediático– lo único que hacen es presentar productos –eso sí, bastante atractivos visualmente para un consumo de masas– con una persistente ausencia de rigor histórico y curatorial, y que acaban siendo poco menos que exaltaciones de una (pseudo)cultura del espectáculo. No quiero ni imaginar lo que pensaría el pobre Guy Debord si levantara su situacionista cabeza... Casi todos estos productos caen fácilmente dentro de la infame etiqueta de 'exposiciones inmersivas', que en realidad solo están concebidas, cada vez con mayor frecuencia, a la mayor gloria...
Ver Más