El análisis de los mensajes del teléfono de Juan Lobato por la Guardia Civil indica que tanto el entonces secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès, como el director de Comunicación del PSOE, Ion Antolín, conocían antes de su publicación en un digital afín a los socialistas la existencia del correo reservado del abogado de Alberto González dirigido a la Fiscalía. La Guardia Civil afirma que el email era conocido por «otros estamentos», además de la jefa de gabinete de Óscar López, quien envía el documento a Lobato. Se cita, por ejemplo, a la directora de Comunicación de Isabel Rodríguez, portavoz del Ejecutivo hasta 2023. Los intercambios del líder socialista madrileño con su equipo ponen de manifiesto que sabían que se estaba cometiendo una irregularidad. Lo más grave es que la implicación de Vallès, sustituido hace poco precisamente por Antolín, prueba la participación del Estado en la filtración de información de un ciudadano privado. La coordinación del Ejecutivo y el PSOE en este caso ya no es la de una simple correa de transmisión, sino que se parece más a la operativa de un régimen de partido único.