El grupo parlamentario del PPdeG frustró este viernes el intento del BNG por retrotraer a la fase de ponencias la comisión de investigación sobre la contratación de la Administración autonómica y la construcción del hospital Álvaro Cunqueiro. Los nacionalistas están convencidos de que el órgano del Parlamento no está capacitado para emitir resoluciones porque todavía «falta documentación y testimonios»; al menos, con respecto a las peticiones de comparecencia que habían emitido, que incluían al expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a su hermana y responsable de Eulen en el noroeste, Micaela Núñez; o Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Rechazada la propuesta del Bloque, la comisión se encamina a su resolución con la presentación del dictamen, para el que existe una propuesta en solitario de los populares. La comisión fraguada por el Bloque se reunió de forma extraordinaria ayer por la tarde para abordar, precisamente, la propuesta de los nacionalistas para regresar a la fase de peticiones de documentación y comparecientes. Y tal reclamación se debió a que, a su parecer, la comisión «no puede emitir» unas conclusiones cuando «todavía faltan la mitad de las premisas» de la comisión, o testimonios «clave» sobre el objeto a investigar no han comparecido ante el organismo. «No se puede concluir sobre asuntos que no están en la documentación», apostilló el diputado del BNG Óscar Ínsua. El parlamentario nacionalista, tal y como informó Ep, apoyó su petición en un recurso de amparo presentado por su grupo ante el Tribunal Constitucional, pidiendo que se retrotraiga la comisión a la elaboración del plan de trabajo al entender que sus «derechos» como diputados quedaron «lesionados» después de «imponer» el PP, con su mayoría de forma «unilateral», una hoja de ruta que «impide» ejercer la tarea de control al gobierno. «Tenemos claro que el PP actuó de mala fe desde el minuto cero», acusó Ínsua, convencido de que «siempre estuvo claro» que el PP aprobó «unilateralmente» el plan de trabajo para que «no se investigase nada». Los populares, espetó en tono irónico, «siguieron las tablas del Sinaí», acordes a «los mandamientos» de «amarás a Feijóo sobre todas las cosas, y no usarás el nombre de Feijóo en vano». Pese a sus reivindicaciones, la proposición del Bloque la frenó en seco el 'no' del PP. Su portavoz parlamentario, Alberto Pazos, acusó a los nacionalistas de ser «inasequibles al desaliento» por su empeño al tratar de mantener a flote una comisión que encara su recta final. «Vamos a cerrar la comisión y a hacer unas conclusiones en base a unos hechos y unos documentos. Las elucubraciones se las dejamos a ustedes», incidió Pazos. Rechazando cualquier acusación en cuanto a «vetos» hacia las demandas de los otros grupos y subrayando que las decisiones de la comisión se adoptaron con base jurídica, afeó que en 40 años de Parlamento gallego no tienen «precedentes» las propuestas de la oposición para que la comisión actuase con mayoría ponderada –frente a la absoluta que sostiene el PPdeG en la Cámara– a la hora de adoptar decisiones sobre el plan de trabajo. Un intento, a su juicio, del BNG y el PSdeG por adaptar las normas a su papel como oposición. Pazos incidió en que quedó demostrado, tras aportarse una extensa documentación, «el buen hacer de los gobiernos del PPdeG» durante «todos estos años», y acusó al Bloque de tratar de alargar «a la desesperada» la comisión porque «no le gustan las conclusiones». El resumen de los socialistas, en palabras de la diputada Elena Espinosa, fue que «lo que mal empieza, mal acaba». La viceportavoz parlamentaria del PSdeG afeó que el PPdeG tuviese «escritas las conclusiones desde el primer día» y que su objetivo sea que «esto se resuelva antes de final de año». Y, más allá de eso, censuró que, tomando como base «un informe jurídico que nunca existió», los populares negasen a la oposición sus propuestas para elaborar el plan de trabajo y las múltiples comparecencias que reclamaban socialistas y nacionalistas. Todo para hacer, según Espinosa, «un paripé» de la comisión. De hecho, desde la orilla socialista también se pronunció sobre este tema el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro. En respuesta a los medios en un acto en Pontevedra, reiteró la consideración de su compañera e insistió en que los populares convirtieron la comisión en «un verdadero paripé». Consideró, en línea con las declaraciones de Espinosa e Ínsua, un «sinsentido» que, gracias a que cuenta con la mayoría de votos, el PPdeG lograse aprobar en solitario el plan de trabajo y la lista de comparecientes. Evidencia, a su juicio, de que los populares no esgrimieron «una voluntad clara» de apostar por la transparencia; esa «posibilidad», declaró, «fue cercenada» y aboca a que el resultado sea «el que desea el PP».
