El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos , considera que la evolución demográfica de Europa hace necesaria, desde el punto de vista económico, una inmigración «ordenada» . En esta línea, defiende que es importante que sea también «selectiva» , ya que una sociedad que envejece «asume menos riesgos e innova menos». En estos términos se ha expresado el econocmista español en una entrevista con el periódico neerlandés 'De Telegraaf' preguntado los planteamientos dirigidos a restringir la inmigración. Asimismo, ante el auge de propuestas populistas en el Viejo Continente, ha advertido de que fragmentarse más dentro de Europa «sería una respuesta equivocada» y ha añadido que su impresión de este tipo de políticos es que apuestan por «soluciones simples para problemas muy complejos». Al margen de la demografía, el vicepresidente del BCE Europa también apunta otros problemas estructurales de Europa, como la falta de un verdadero mercado único de bienes y servicios , así como una auténtica unión bancaria ante la falta de un sistema común de garantía de depósitos. También ha lamentado la ausencia de una unión de mercados de capitales y de una unión fiscal, a diferencia de Estados Unidos. « Hay mucho trabajo por hacer y el mundo no va a esperar por nosotros», ha avisado De Guindos a la expectativa de conocer las políticas de la nueva administración estadounidense. «Es posible que tengamos que lidiar con aranceles a las importaciones , una política fiscal incierta, la posibilidad de una desregulación de los mercados financieros y, más allá de la economía, incluso con la defensa», ha resumido el español, para quien esto «es una llamada de atención para Europa». En este sentido, de cara al futuro, ha reconocido su especial preocupación sobre la política comercial y la posible fragmentación de la economía mundial , ya que el problema no serían únicamente los potenciales aranceles introducidos por EE.UU., sino también las represalias de otros países. «Si estalla una guerra comercial, sería extremadamente negativo para la economía mundial , principalmente para el crecimiento, pero también para la inflación», ha subrayado. A este respecto, si bien De Guindos señala que el BCE no es responsable de la política comercial, subraya la disposición de la entidad a brindar su asesoramiento y explicar que una guerra comercial sería «una situación en la que todos saldrían perdiendo » y que, por eso, es mejor ser prudentes, aunque la respuesta está en manos de la Comisión Europea.