Después de unos días marcados por los ambientes impropios de la época del año en la que estamos, este
sábado 21 de diciembre entramos de lleno en el
invierno. Y la ciudad de
Barcelona, que vio cómo el jueves sufríamos un ascenso considerable de las temperaturas, ha vuelto a amanecer con una sensación térmica radicalmente distinta.
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