Cuando parecía que las aguas bajaban tranquilas, unas declaraciones vertidas recientemente por el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Carlos Baño, han venido a enturbiar las relaciones con la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV). Ha sido después de que este afirmara que mientras las entidades camerales representan a todas las empresas, en el caso de la confederación solo a aquellas que satisfacen sus cuotas en sus respectivas asociaciones sectoriales. Todo ello adobado, además, con la afirmación del propio Baño de que hay muchos empresarios de la provincia que no se sienten identificados con la organización presidida por Salvador Navarro, a la que acusa de actuar desde la imposición. La reacción no se hizo esperar, y encontró su escenificación en la Noche de la Economía Alicantina celebrada la semana pasada, donde no acudió ningún representante de la CEV.
