Apertura de la Puerta Santa y misa de media noche por Navidad desde la basílica de San Pedro
La tradición de la Puerta Santa es antigua. El primero en proclamar una fue el Papa Celestino V, que en 1294 declaró Santa la puerta de la Basílica de Santa María de Collemaggio en L’Aquila, todavía hoy sede del Jubileo anual querido por el propio Celestino mediante la Bula del Perdón del 29 de septiembre de 1294, conocido como Perdón Celestiniano (Perdonanza Celestiniana) y clasificado por la Unesco como patrimonio oral e intangible de la humanidad. Hoy en día hay muchas puertas del Jubileo, entre las cuales, además de la de San Pedro y la Puerta Santa de San Juan de Letrán en Roma, podemos mencionar la de la catedral de Santiago de Compostela, la Catedral de Atri y la Basílica-catedral de Notre-Dame de Quebec. La Catedral del Sagrado Corazón de Nueva Delhi, en la India, abrió su Puerta Santa el 12 de diciembre de 2015 con motivo del inicio del Jubileo de la Misericordia.
La apertura de la Puerta Santa marca el inicio del Jubileo, pero también representa un símbolo espiritual
La puerta siempre ha tenido una importancia fundamental en la historia de la humanidad. Elemento de protección y defensa de aldeas, ciudades y palacios, también adquirió una fuerte simbología espiritual en el mundo griego y posteriormente en el romano, como portal entre mundos, punto de paso, frontera entre la vida y la muerte. Este fuerte valor espiritual es confirmado también en el ámbito cristiano con la llamada Puerta Santa.
La Puerta Santa de San Pedro
Las primeras referencias a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en Roma se remontan al pontificado del Papa Alejandro VI Borja.
Es una de las cinco puertas de la Basílica de San Pedro y se encuentra en el extremo derecho del atrio. Permaneció cerrada hasta 1950 y está rodeada por un marco de mármol tallado realizado a instancias del Papa Gregorio XIII con motivo del Jubileo de 1575. Los batientes originales de bronce fueron donados en 1949 por el obispo suizo Franz Von Streng, como exvoto por haber preservado a Suiza de la guerra. La puerta actual fue realizada para el Jubileo de 1950 por Vico Consorti, el «maestro degli usci» (maestro de las puertas). La Puerta Santa de San Pedro está formada por 16 recuadros rectangulares que narran la historia de la humanidad desde los albores hasta nuestros días, colocados en 4 órdenes, entre los cuales hay 36 escudos de armas. En la base de los dos paneles, entre los diversos grabados, está escrito: «De aquí manen abundantemente las fuentes de la Gracia divina, y purifiquen las almas de todos los que entran, las restauren con la santa paz, las adornen con la virtud Cristiana. Año Santo 1950».
La peregrinación hacia las Puertas Santas de las basílicas papales en Roma es un acto central del Jubileo. El paso a través de ellas durante el Año Santo simboliza la entrada en una nueva vida en Cristo y el inicio de un camino de conversión.