(Literalmente) viviendo al límite en El Alto
LA PAZ, diciembre 24.- Cientos de edificaciones ubicadas al borde de un acantilado de tierra en las afueras de El Alto, en Bolivia, han sido bautizadas como casas suicidas debido al alto riesgo de un derrumbe devastador y mortal.
Ubicadas en la Avenida Panorámica y en La Ceja, una de las zonas comerciales más concurridas de la ciudad de El Alto, las casas suicidas de Bolivia han estado recibiendo mucha atención en redes sociales debido a su precaria ubicación.
Fueron hechas al borde mismo de un acantilado que se ha considerado muy susceptible a deslizamientos de tierra. En las últimas semanas, las lluvias han causado estragos en la capital de Bolivia y sus alrededores, aumentando aún más el riesgo inherente.
Pero eso no parece asustar ni un poco a los habitantes de estas casas, ya que la mayoría de ellos se niegan a mudarse. Estos edificios están habitados por chamanes locales conocidos como yatiri y comerciantes que no quieren abandonar su lugar de trabajo.
No nos vamos a mover de este lugar, porque este es nuestro lugar de trabajo diario, dijo un yatiri a la agencia Reuters y el medio digital Iberonews. Pero vamos a cuidar el suelo, especialmente el agua de lluvia, vamos a canalizarla para que el agua vaya hacia otro lado, dijo.
Evitar que el agua erosione aún más el acantilado de tierra es más fácil de decir que de hacer, y las autoridades locales dicen que es inminente un mayor derrumbe del acantilado, por lo que las edificaciones deben ser evacuadas por el bien de sus habitantes.
El precipicio en este valle es de 90 grados, dijo Gabriel Pari, secretario municipal de Agua, Saneamiento, Gestión Ambiental y Riesgo. Precisamente por eso queremos que se vayan de este lugar, si no se quieren ir vamos a tener que usar la fuerza policial.
Construidas de ladrillo y cubiertas con láminas de hierro corrugado, las casas de los suicidas de El Alto son muy importantes para los yatiris y harían cualquier cosa para mantenerlas. Algunos incluso han sugerido hacer ofrendas a la Pachamama, la diosa venerada por los indígenas de los Andes.
Podemos hacer una ceremonia de ofrenda, lo hacemos como pago y de esta manera, la tierra nunca se moverá porque la Pachamama necesita una ofrenda, dijo un chamán. Es como dar comida y de esta manera este lugar no se moverá. Al contrario, se estabilizará.
Las casas de los suicidas de El Alto han estado al borde del abismo por un tiempo, pero las fuertes lluvias y los cambios ambientales atribuidos al cambio climático han exacerbado el riesgo de un deslizamiento.