Todavía a la espera de la repetición de las elecciones presidenciales, anuladas tras considerar las autoridades rumanas probada la injerencia de Rusia , en Bucarest ha comenzado a trabajar un nuevo Gobierno. Los dieciséis ministros del postcomunista (PSD) Marcel Ciolacu han prestado juramento, una coalición con los conservadores del PNL y la Unión Demócrata de Húngaros (UDMR), y han sido anunciados los primeros programas de construcción de hospitales y colegios. «Es una señal esencial de estabilidad que estamos enviando al sector privado rumano y a los inversores extranjeros», ha dicho Ciolacu, a las puertas de entrar a formar parte del territorio Schengen gracias a que Austria, finalmente, ha levantado su veto. A la vuelta de las vacaciones de Navidad se...
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