EE UU afronta la vuelta de Trump bajo la sombra del terrorismo
El próximo 20 de enero el presidente electo, Donald Trump marcará el inicio de una nueva etapa en la historia política de Estados Unidos. Su regreso a la Casa Blanca, que parecía imposible apenas hace unos años, mantiene en vilo a aliados y adversarios, «enemigos» internos y externos, y a la opinión pública expectante sobre cómo será su nuevo gobierno. Y, en medio de esa incertidumbre, se produce la alerta máxima de seguridad en varias ciudades del país en lo que ha sido un inicio de año frenético con incidentes de orden público y un ataque terrorista confirmado.
En las últimas horas, el presidente Joe Biden encabezó una sesión extraordinaria de su Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la situación en Nueva Orleans, después de que quince personas murieran y decenas más resultaran heridas tras ser atropelladas por un vehículo en las calles Canal y Bourbon de Nueva Orleans. El FBI identificó a Shamsud-Din Jabbar, de 42 años, como el hombre que fue abatido por la policía tras el mortal ataque del Día de Año Nuevo. El individuo vivía en Texas y era veterano del Ejército. Formó parte del cuerpo militar hasta enero de 2015, antes de pasar a la Reserva hasta julio de 2020 y llevaba una bandera del ISIS en el enganche del remolque de la camioneta, que había alquilado. El hombre publicó videos en redes sociales hablando sobre ISIS pocas horas antes de que ocurriera el ataque. Según el FBI, Jabbar declaró que se unió al autodenominado Estado Islámico antes del verano y proporcionó un testamento. Aún se rastrean todas las pistas por varios estados para recopilar más información sobre el ataque, aunque en su último informe las autoridades se mostraron convencidas de que el hombre actuó solo e inspirado por la ideología del ISIS, pero sin cómplices como se pensó en un primer momento.
El atropello coincidió con la explosión a la entrada del Trump International Hotel, en Las Vegas, de un Tesla Cybertruck horas después del Año Nuevo. Las autoridades confirmaron que la persona que alquiló el auto es Matthew Alan Livelsberger, un Boina Verde en servicio activo que había servido en el ejército durante casi veinte años. Eso sí, no se atrevieron a aclarar la identidad de la persona que murió dentro del vehículo cuando estalló en llamas o quién pudo haber sido el responsable de la explosión. Dijeron que el cuerpo que encontraron calcinado estaba irreconocible, por lo que la identificación se hizo por un ID hallado entre los restos del vehículo. Sin embargo, sí confirmaron que esta persona murió de un tiro en la cabeza antes de la explosión.
Por ahora no hay un vínculo definitivo entre el ataque en Nueva Orleans y el ocurrido en Las Vegas, aunque las primeras hipótesis apuntaban a los vínculos entre ambos sucesos. Algunos de los datos que llevaron a pensar en la conexión fueron que ambos sospechosos habrían servido en el ejército y que los dos alquilaron los vehículos a través de Turo, una aplicación que permite a las personas alquilar vehículos entre sí.
Por su parte, un portavoz de Turo señaló que la empresa no cree que ninguno de los arrendatarios de los vehículos involucrados en los ataques de Las Vegas y Nueva Orleans tuviera antecedentes penales por lo que no podían ser identificados como una amenaza a la seguridad.
Según varios expertos, el incidente de Las Vegas tenía posibles implicaciones políticas porque ocurrió frente a un hotel que forma parte del negocio del presidente electo Donald Trump e involucró un vehículo fabricado por uno de sus principales asesores y financiadores de campaña, Elon Musk. Elementos altamente sensibles en estos días. «Los investigadores encontraron bidones de gasolina y grandes morteros de fuegos artificiales en la parte trasera de la camioneta», según un comunicado de la policía. Musk, por su parte, afirmó que la explosión no estaba relacionada con el modelo Cybertruck del año 2024. «Hemos confirmado que la explosión fue causada por fuegos artificiales muy grandes y/o una bomba transportada en la parte trasera de la Cybertruck alquilada, y no está relacionada con el vehículo», publicó el empresario a través de su red social X.
Aunque en ambos casos se trate de ciudadanos estadounidenses, los hechos ya están siendo usados como arsenal político de cara a la inauguración de la presidencia Trump. El próximo «zar fronterizo» Tom Homan criticó a la administración Biden por su política sobre la frontera sur y la inmigración, asegurando que de alguna manera se permitía conseguir un vehículo a personas capaces de perpetrar estos ataques. Homan argumentó que los atacantes se han «envalentonado» debido a la administración Biden. «No se puede tener seguridad nacional si no se tiene seguridad fronteriza», dijo. «No entiendo por qué no lo comprenden».
Homan, quien anteriormente se desempeñó como director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), será responsable de implementar parte del amplio plan de inmigración de Trump, quien luego de conocer la noticia señaló la situación actual en la frontera sur como una causa de los ataques, arremetiendo contra Biden por sus políticas de inmigración sin explicar el vínculo con ninguna exactitud.