El festival de apoyo al Centro Cultural Haroldo Conti, en la ex ESMA, se convirtió en una masiva protesta contra la voluntad oficial de terminar con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, desmantelando la Secretaría de Derechos Humanos con despidos masivos. En el cierre, Taty Almeida responsabilizó al gobierno de Milei y Villarruel, “totalmente cómplice de los genocidas y negacionistas”.