Ya está en las librerías 'Los ojos del silencio' (editorial Ledoira), el sexto libro y cuarta novela de Macarena Alonso , que llega tras el éxito de títulos como 'El Paraíso de las mujeres perdidas', 'El rostro dormido en el espejo' o 'Camila'. Escritora, poeta y referente en la lucha contra la violencia de género, Macarena Alonso se ha embarcado en una nueva aventura literaria que pone el foco en las personas ciegas, y en otras cuya crónica vital discurre por Cantabria y Toledo, desde los duros años de la posguerra hasta el presente. Inquieta, comprometida, curiosa y siempre en alerta, cuenta a ABC que, en una noche de insomnio, capturó en la radio una idea para este último trabajo, en el que se adentra, por primera vez, en el desconocido mundo de la ceguera. «Escuché el testimonio de una mujer que no quería renunciar a ser madre y decidió adoptar a una niña ciega, con pleno conocimiento de lo que hacía y de las dificultades que eso supondría». Se agarró a esa idea, comenzó a tirar del hilo y de ahí nació esta historia que «está llena de relatos» y que arroja luz «sobre las sombras de los videntes hacia el mundo de la ceguera». El libro arranca con un matrimonio que adopta a una niña, Adela, la protagonista, quien perdió la vista a los doce meses y trabaja como psicóloga en un centro de menores. A su alrededor se suceden las aventuras de un universo de personajes , basados en hechos reales, como un maquis, un combatiente de la guerra civil que se echó al monte tras la victoria del franquismo, padre de una de sus amigas. También se cuenta la historia de las vidas de sus abuelos y de sus padres, que en el libro toman el nombre de Gerardo y Leonor. Su madre, Carmen en la vida real, ha recibido con sorpresa y emoción este homenaje que rememora la apasionante vida de esta mujer, que ahora tiene 87 años, es la mayor de siete hermanos y, en la posguerra española, tuvo que trabajar como interna «en una casa de postín con palacetes por todo el país». Macarena Alonso explica a ABC que la novela tiene cuatro pilares sobre los que se construyen los cimientos de «este hogar cálido para los lectores a través de las páginas». Se habla de ceguera, pero también se pone el foco en una dura realidad: adolescentes con problemas de conducta internados en un centro de menores, donde Adela ejerce de psicóloga. Entre violencia, drogas, familias desestructuradas, ausencia de afectos, delincuencia y corrupción, transcurren las vidas de estos desheredados de la tierra. El libro comienza con una agresión que sufre Adela en un cajero automático de un banco. Embargada por el dolor insoportable de una puñalada en el vientre, solo puede escuchar las voces del personal sanitario que trata de actuar con presteza para salvar su vida. Junto a la cama del hospital, Gerardo, su padre adoptivo, procura acompañarla en su inconsciencia, rememorando el relato de sus antepasados. Al mismo tiempo, ella irá descubriendo su turbio pasado, ingresada en un orfanato tras perder la vista. En la clave de la investigación surgirán diversos elementos: un detective, un mendigo envuelto en llamas que huye hasta de sí mismo, un eslabón perdido, una pista definitiva en la playa del Camello, un botín inesperado entre la basura que será la llave de la indagación y una pregunta lanzada al aire: «¿A quién proteges?». Y sobre esa pregunta gira toda la trama. Gerardo narra la vida de sus antepasados y Adela va contando la suya como niña adoptada, una niña abandonada, a través de este personaje inclusivo que retrata a una chica inteligente, que estudia y se supera. Macarena Alonso se sumergió en este mundo y se puso en contacto con María José Vaquero, dinamizadora cultural de la ONCE, cuya ayuda ha sido imprescindible para poder ponerse en la piel de Adela. «Me ha guiado en todo el proceso, me ha llevado de la mano para que pudiera adentrarme en el mundo de la ceguera y en todo su universo, que es interesantísimo. Me ha enriquecido y me ha hecho crecer personalmente, porque yo quería lanzar luz sobre las sombras de los ojos del ciego, pero, sobre todo, lo que pretendo es arrojar luz sobre las sombras de los videntes hacia el mundo de la ceguera, porque este es un mundo absolutamente desconocido». Macarena Alonso se adentró en este mundo, bajó las persianas, se tapó los ojos, se sumergió en la oscuridad de su hogar para realizar las labores rutinarias, se duchaba con la luz apagada, iba por la calle con los ojos cerrados, escuchando y con los otros sentidos alerta, para componer ese universo de sensaciones: «Si tocas el cristal, sientes su frío, la rigidez de la superficie… en el coche, con los ojos cerrados, oyes las curvas, las rectas, los sonidos, la lluvia, el aire...». Y es que, según explica, el cerebro destina el cincuenta por ciento de su capacidad al sentido de la vista y, sin ella, el resto de los sentidos se agudizan de manera extraordinaria. Por eso, el libro ha sido recibido con entusiasmo por este colectivo, y Macarena agradece la colaboración de María José, así como de Carlos Javier Hernández Yedra , delegado territorial de la ONCE, y José Martínez , presidente del Consejo Territorial, quienes están encantados con la novela, que ya está siendo traducida a braille. La ONCE quiere promocionarla en clubes de lectura y presentarla en Madrid por todo lo alto. La novela también se adentra en otro mundo: el del centro de menores 'Nuevos Horizontes', donde trabaja Adela como psicóloga. Para ello, Macarena Alonso se ha entrevistado con psicólogos y educadores sociales, así como con algunos de estos menores, a quienes les ha robado pedazos de sus historias, vidas marcadas por situaciones familiares difíciles, drogas y personas con «mochilas brutales», chicos y chicas «con unas carencias afectivas tremendas». Con 'Los ojos del silencio', Macarena Alonso muestra todo su potencial como escritora, con una novela madura, llena de matices y personajes, que la consolida en este difícil mundo literario al que llegó por casualidad, como terapia, y que se ha convertido en su pasión, a la que está enganchada día y noche.
