El filósofo estadounidense despliega aforismos atravesados por el desencanto y el cansancio, pero sin perder el sentido del humor. Dialoga en sus textos con la vida y la obra de Schopenhauer, Nietzsche, Cioran, Pessoa, Leopardi, Pascal, Unamuno y Montaigne, entre otros, haciendo que los más oscuros pensamientos se acerquen al disfrute a través de la lectura.