Perfil bajo el día del estreno de la nueva jefa de Comunicación de Moncloa
El Gobierno afrontaba este martes la primera rueda de prensa posterior al primer Consejo de Ministros de 2025. Con los actos por el aniversario de la muerte de Francisco Franco y las primarias en las federaciones socialistas como principales temas de actualidad, se estrenaba la secretaria de Estado de Comunicación, Lydia del Cano.
Un desembarco casi improvisado, tras la repentina salida de Ion Antolín después de tan solo veinte días en el cargo. El motivo oficial de su marcha: decisión personal por salud. De modo que Moncloa lleva más de un mes de inestabilidad en el puesto tras la salida de Francesc Vallès, a principios de diciembre.
Sin embargo, mientras el estreno de Antolín sí tuvo más repercusión e incluso mereció la mención de la ministra portavoz, Pilar Alegría, la llegada de Del Cano ha resultado todo lo contrario: sobria y discreta.
La nueva jefa de Comunicación de Moncloa se ha mantenido en su día del estreno más bien al margen, y han sido los ministros quienes han respondido a las preguntas de los periodistas. La secretaria de Estado sí ha querido ponerse a disposición de los profesionales que cubren la información de Gobierno para cualquier duda o consulta.
Su presencia ha sido más una presentación formal ante los periodistas que el desempeño habitual de sus funciones. Incluso mientras los ministros contestaban a preguntas y repreguntas rodeados de periodistas, Del Cano se ha mantenido siempre en un segundo plano.
Posteriormente, la recién llegada ha charlado con los periodistas en un tono desenfadado, sin preguntas sobre la actividad del Gobierno, y limitándose a presentarse e intercambiar pareceres sobre su llegada al cargo.
Será a partir de la semana próxima cuando ya desempeñe el rol habitual de los secretarios de Comunicación, que suelen asumir todas las preguntas de los corrillos posteriores al Consejo.