Caravana de luz y esperanzas
Gloriosa y rebelde, como hace 66 años, volverá a hacer hoy su entrada triunfal a La Habana la Caravana de la Libertad, guiada ahora por el espíritu joven, alegre y bajo el ejemplo siempre certero de Fidel.
Con el simbolismo de los hechos que marcan los senderos decisivos de la historia, este ocho de enero se revivirán las esencias de aquel año encumbrado de 1959, cuando las puertas de la libertad fueron abiertas definitivamente por los revolucionarios barbudos y el pueblo cubano.
Fue entonces cuando una multitud desbordada y expectante acudió al encuentro de los caravanistas, levantando muy en alto banderas cubanas y del Movimiento 26 de Julio, que ondeaban hermosas con la brisa invernal de ese día de victorias, porque al fin nacía la Cuba soberana soñada por los próceres.
Más de mil kilómetros de recorrido desde Santiago de Cuba hasta La Habana habían quedado atrás. Pero en cada pueblo y ciudad por donde pasaron los revolucionarios se detuvo el Comandante en Jefe y aseguró que había que trabajar para el presente y futuro de la Patria.
«Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia, la tiranía ha sido derrocada, la alegría es inmensa y, sin embargo, queda mucho por hacer todavía», dijo el líder indiscutible de la Revolución aquel 8 de enero de 1959, poco después de hacer su entrada a La Habana junto a los barbudos.
Con el júbilo renovado de cada enero, este martes la caravana de hace 66 años fue recordada en Matanzas. Y hoy conmemoramos la entrada triunfal a la capital, con la certeza de que, como mismo señaló el líder histórico en su discurso en el entonces cuartel militar de Columbia —actual Ciudad Libertad—, la Revolución siempre cumplirá su destino cabalmente.