Cada año los estudiantes
universitarios se enfrentan al mismo
reto:
estudiar todas las materias del semestre entre turrones y villancicos. La mayoría de las universidades españolas tienden a poner los exámenes finales después de las vacaciones de Navidad. Supuestamente, se hace
para que los alumnos aprovechen esos días en los que no tienen que ir a clase para estudiar.
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