Este increíble pueblo español está dentro de una cueva: es el único de España "escondido" en una roca

Muchos de los pueblos y ciudades de España son visitados por millones de personas todos los años, lo que provoca que nuestro territorio sea el segundo país más visitado del mundo. Y es que con el turismo como motor de la economía española, se demuestra que los municipios españoles contiene una cultura, paisajes, gastronomía o historia sin igual en ningún otro punto del planeta. De hecho, en España hasta hay una localidad dentro de una cueva, lo que le hace ser el único "pueblo escondido en una roca".

Sin lugar a dudas, el Porís de Candelaria es una joya oculta pero espectacular, pues combina naturaleza, historia y una atmósfera única que transporta a otra época. Que se encuentre en el interior de una gran cueva volcánica, tallada por la acción del mar a lo largo de los siglos, hace que este enclave costero sea conocido como el "puerto escondido" dentro del municipio de Tijarafe, en la isla de La Palma, en las Islas Canarias.

Así es el pueblo español escondido en una roca: la historia de Porís de Candelaria

Su nombre se debe a la veneración a la Virgen de la Candelaria, patrona de Canarias. Según la leyenda, una nave portuguesa fue sorprendida por una tormenta violenta, y decidió buscar refugio en la cueva de Porís, al noroeste de la isla. A bordo del barco viajaba una imagen de la Virgen, y los marineros la bajaron al puerto para protegerla. Milagrosamente, la tormenta cesó, las aguas se calmaron y cada vez que intentaban devolver la imagen al barco, el temporal regresaba con más fuerza, por lo que decidieron dejar a la Virgen en tierra.

La cueva en la que se encuentra posee un tamaño inmenso, y dentro de ella, hay pequeñas casas de pescadores construidas directamente sobre las rocas. Originalmente fueron refugios para estos trabajadores, pero hoy en día se utilizan como casas de verano, que además, su tono blanco unido a detalles en color azul contrastan con las tonalidades oscuras del entorno volcánico y hace que todavía más pintoresco al pequeño enclave.

 

El acceso al lugar, asimismo, no es nada sencillo, pues el trayecto a realizar está compuesto de un sendero empinado y serpenteante que desciende desde la carretera principal, lo que dificulta el uso de transporte y requiere ir caminando. Es corto, pero requiere mucha precaución.

Asimismo, este pequeño "pueblo escondido" tiene acceso al océano Atlántico, con aguas cristalinas para nadar, bucear o simplemente disfrutar de las vistas. Como muchos lugares de la isla, es un espacio protegido, y los visitantes deben ser cuidadosos para no alternar el ecosistema ni la tranquilidad del lugar. Perfecto para quienes buscan experiencias auténticas, y debido a que no cuenta con grandes servicios turísticos, se debe ir preparado al lugar.