La vicealcaldesa de Madrid, sobre la invasión okupa en Carabanchel: «No podemos permitirnos esta inseguridad jurídica. Los okupas tienen que ser expulsados»
Los pisos de lujo usurpados en Carabanchel sigue en el punto de mira. La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, ha señalado esta mañana en rueda de prensa que se trata de un tema «que me indigna especialmente y, además, genera una profundísima impotencia en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado» y ha asegurado que «son muchos los efectivos que nos trasladan este sentimiento de impotencia por no poder dar una respuesta a esos ciudadanos, a esos vecinos que han visto cómo se han usurpado esas viviendas que están al lado de ellos y que les están provocando múltiples molestias». La portavoz ha aclarado que estos efectivos, tanto de la Policía Nacinal, como de la Policía Municipal y Guardia Civil de Madrid no pueden actuar porque no tienen una legislación que les ampare: «Es extremadamente urgente que cambiemos esas legislaciones y que se puedan echar a los okupas de los inmuebles en 24 horas. No es de recibo que en un Estado de Derecho se ponga en cuestión a la propiedad privada, así como a todas aquellas situaciones que acompañan a las okupaciones que se producen de molestias a los vecinos y actividades delincuenciales, en muchos de ellos». Así, ha recalcado que es urgente modificar la ley, señalando que el Senado ha aprobado una proposición por parte del Partido Popular «que el Congreso, por cierto, tiene estancada». «No es de recibo que en un país, que es un Estado de Derecho, una democracia, estén ocurriendo estas situaciones, como ocurrió con el edificio de El Cañaveral. No podemos permitirnos esta inseguridad jurídica y, por supuesto, los okupas tienen que ser expulsados. Debe existir una legislación que nos permita echarlos en 24-48 horas», ha concluido la vicealcaldesa. Ayer, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en un acto que tuvo lugar en la plaza del Dos de Mayo, expresó que lo que necesitamos en España es «alejarnos de la frivolización de la okupación e ir a una regulación que posibilite una actuación en unas 24 o 48 horas que pueda echar a los okupas»: «No puede ser que la okupación consista ahora en poder tener hasta un portero que abre y cierra la puerta a aquellas personas que están okupando ilegalmente una vivienda, que es lo que está pasando con la urbanización de Carabanchel en estos momentos, y que, además, existan discursos comprensivos con esta situación».
