Dos argentinos convirtieron un motorhome usado en un negocio de un millón de euros
Fernando Matti y Eugenia Amalfi emigraron hace 12 años a España en busca de nuevos proyectos. Pero fue recién en unas vacaciones cuando vieron un negocio que prometía resultados.
"Queríamos hacer un viaje por Europa en motorhome, una idea que teníamos en Argentina, pero por una sobredemanda o falta de oferta, no conseguíamos ningún vehículo", dice Fernando Matti quien, junto a su esposa, invirtieron u$s 40.000 para comprar un motorhome usado y comenzar con su emprendimiento, Amafi Caravaning, diez años atrás.
"Yo trabajaba en una agencia de publicidad y dejamos todo para abocarnos a nuestro emprendimiento. Compramos una autocaravana usada y Eugenia empezó a alquilarla con éxito", dice Matti.
Primero comenzaron con las averiguaciones, los estudios de mercado, y el desarrollo de una estrategia de negocio clara. Pero fue a través de un crédito bancario que aumentaron su flota en un 40 por ciento durante el primer año y lo que les dio el envión para que el proyecto creciera en escala: lo que comenzó con un motorhome, se transformó en un negocio de una flota de 30 vehículos y una facturación anual que supera el millón de euros.
"En los estudios de mercado vimos que la gente no estaba conforme con las empresas de alquiler de motorhome porque ofrecían un servicio muy escaso, sin wifi, sin equipamiento, y todo lo cobraban como ‘extras'", señala Matti. Así, el driver que utilizaron fue el del "all-inclusive", un motorhome línea Premium (renuevan toda su flota cada dos años), con todo incluido: wifi, calefacción y agua caliente por gas, paneles solares, cocina equipada, ropa de cama y elementos de higiene.
El precio del servicio es de 140 euros por día y es el mismo para las distintas versiones y capacidades de los motorhomes, desde el de cuatro personas hasta el de siete. En ese sentido, más del 45 por ciento de sus clientes son argentinos. "El argentino es un cliente muy bueno para nosotros, porque es un cliente que viene por más de 20 días porque le cuesta mucho venir y tiene la ilusión de recorrer Europa en caravana. A la vez, les resulta económico porque por el precio de una habitación de hotel, pueden dormir hasta 6 o 7 personas", explica Eugenia Amalfi y detalla que, en un año, reciben aproximadamente 500 reservas.
Actualmente cuentan con una sucursal en Alicante y otra en Barcelona, España, pero brindan servicio de drop-off alrededor de toda Europa. "Esto es muy cómodo para los latinoamericanos y, como los viajes suelen ser de 30 días, el costo de recibir una caravana en otro lugar de Europa se diluye", comenta Amalfi.
Los requisitos son mínimos: tener más de 25 años y 3 años de licencia de conducir. "Como las caravanas en Europa están homologadas como un auto, el carnet de conducir argentino sirve para conducir un motorhome, no es necesario contar con un registro internacional", detalla Matti.
Mientras que este año proyectan un crecimiento del 15 por ciento, dentro de los próximos cinco años tienen previsto crecer en Alicante -aumentar su actual flota de 6 caravanas, a 10- y abrir sucursales en Madrid, Bilbao y Málaga, tres plazas fuertes en el mercado.