Una Venezuela que pide ‘libertad’ a gritos desafía al régimen de Nicolás Maduro
Las calles de Venezuela se convirtieron este jueves en el escenario de una histórica movilización encabezada por la líder opositora María Corina Machado. Tras meses en la clandestinidad, Machado reapareció junto a miles de ciudadanos que, al grito de “libertad”, exigieron un cambio político en el país y respaldaron a Edmundo González, quien reclama la victoria en las elecciones del 28 de julio de 2024.
Partidarios de Machado denuncian que, tras participar en las protestas, la líder opositora fue violentamente interceptada por el régimen de Nicolás Maduro. Su paradero, al cierre de esta nota, seguía siendo incierto, incrementando la tensión en una jornada ya crítica. Dos horas después, fue liberada. El gobierno no se ha referido sobre esto.
La reaparición de una líder en un momento crucial
En medio de aplausos y un mar de banderas tricolores, Machado, vestida de blanco, se dirigió a la multitud desde un improvisado podio en el barrio de Chacao, Caracas. “Venezuela ya decidió, Venezuela es libre”, proclamó la dirigente, cuyas palabras resonaron como un llamado a la resistencia frente al régimen de Nicolás Maduro.
Machado no solo cuestionó la legitimidad de la investidura de Maduro, prevista para este viernes, sino que advirtió de que “lo que hagan mañana (viernes 10 de enero) sentencia el final del régimen”. Estas palabras, cargadas de determinación, marcaron un momento clave en la jornada, donde la esperanza y la tensión se mezclaban en el aire.
Un pueblo dividido entre protestas y provocaciones
La convocatoria de Machado movilizó a ciudadanos en todo el país. En Caracas, los manifestantes exigieron respeto a los resultados que, según la oposición, dieron la victoria a Edmundo González con un 67% de los votos. Sin embargo, la respuesta oficialista fue inmediata: concentraciones en los mismos puntos estratégicos, acompañadas por un despliegue masivo de fuerzas de seguridad, generaron enfrentamientos verbales y un ambiente de confrontación.
En ciudades como Maracaibo y Valencia, las marchas fueron recibidas con represión policial y actos intimidatorios por parte de colectivos armados. A pesar de esto, la oposición se mantuvo firme, destacando la fuerza de un pueblo que pide libertad a gritos.
Respaldo internacional a la oposición
Mientras las protestas se desarrollaban en Venezuela, Edmundo González culminaba en República Dominicana una gira internacional en busca de apoyo. Acompañado por exmandatarios como Andrés Pastrana y Vicente Fox, González fue recibido por el presidente Luis Abinader, quien reafirmó su respaldo a la causa opositora.
“El voto del 28 de julio fue un grito de libertad que no puede ser ignorado”, declaró Abinader, en un mensaje que resonó como un eco de las consignas coreadas en las calles venezolanas.
Un país al borde de la encrucijada
Con la investidura de Nicolás Maduro prevista para el 10 de enero, el país se encuentra en una encrucijada política y social. Para la oposición, liderada por María Corina Machado y Edmundo González, esta fecha marca un punto de inflexión. Machado calificó la jornada como el inicio de una “nueva fase” en la lucha por la democracia, mientras que González prometió su regreso a Caracas para asumir el poder, aunque bajo la amenaza de detención inmediata.
La confrontación entre oficialismo y oposición no solo se desarrolla en las calles, sino también en el plano diplomático. La comunidad internacional, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, ha desconocido los resultados proclamados por el Consejo Nacional Electoral y respalda la causa de González como presidente legítimo.
El desenlace incierto
Venezuela vive momentos de máxima tensión e incertidumbre. Mientras miles de venezolanos desafían al régimen al grito de “libertad”, el futuro del país parece depender de los próximos movimientos de sus líderes y del respaldo internacional.
La jornada de protestas liderada por María Corina Machado no solo mostró la fuerza de un pueblo decidido a cambiar su destino, sino que evidenció las profundas divisiones y desafíos que enfrentan los actores políticos en un país sumido en una de las crisis más profundas de su historia reciente.
En palabras de Machado: “Lo que hemos hecho es el movimiento ciudadano más importante que ha habido en Venezuela. Ahora es que viene lo bueno”. Sin embargo, la denuncia sobre su presunto secuestro por el régimen de Maduro añade una nueva dimensión de gravedad a la lucha política del país. Queda por ver si este impulso será suficiente para marcar el principio del fin del régimen de Nicolás Maduro o si la confrontación derivará en un nuevo capítulo de incertidumbre para la nación.