En el terreno de juego parecía muy inteligente, sin embargo fuera del verde ha demostrado no serlo tanto. Extremo izquierdo vertical y de una buena calidad técnica, Quincy Promes decidió tirar por el camino de los bajos fondos y llenar su vida de escándalos después de ser la revelación de Países Bajos en la Eurocopa 2020 y estar en la órbita del Manchester United. Una historia surrealista que ha llevado al ex jugador del Spartak de Moscú, Sevilla y Ajax a estar en Dubai exiliado, cumpliendo condena por tráfico de cocaina y apuñalar a su primo . Promes negó todos los cargos y presentó un recurso de apelación en ambos casos. Un giro radical para quien era una de las grandes promesas del fútbol europeo y vive a día de hoy un infierno en los Emiratos Árabes Unidos, donde lucha contra la extradición a su país de origen. «Se producen violaciones a diario, ya que hay pocos guardias que realicen servicios de vigilancia. Los presos pasan el tiempo en un ambiente frío y con mucho ruido debido al fuerte aire acondicionado», explicó en De Telegraaf. El citado medio señala también que los presos de la cárcel de Al Aweer deben tener la cabeza rapada en todo momento y son castigados si tienen el cabello largo. El futbolista pidió ser extraditado a Rusia para cumplir su condena, aunque hace unos meses fue puesto en libertad bajo ciertas restricciones. El futbolista no puede salir de Emiratos Árabes Unidos, donde ahora aspira a proseguir su carrera como jugador del United FC, que juega en la segunda división, donde ha anotado en los últimos tiempos seis tantos en 17 partidos disputados, según las estadísticas que recoge sofascore. Quincy Promes fue condenado a seis años de prisión por tráfico de drogas , al entender un tribunal de Amsterdam que participó en una operación de contrabando de 1.363 kilos de cocaína en el puerto de Amberes (Bélgica). El tribunal neerlandés consideró probado que el otrora futbolista internacional, participó en el contrabando de dicha cantidad de droga a través del puerto de Amberes en enero de 2020. Por ello, el exsevillista fue condenado a seis años de prisión, misma pena que se le impuso a su primo, al que apuñaló en julio de ese mismo año . La Fiscalía pidió una pena de nueve años de prisión para el futbolista , aportando como prueba principal una serie mensajes cifrados interceptados de Quincy Promes. Así, el tribunal concluyó que la cocaína llegó a Amberes en un buque portacontenedores procedente de Brasil, oculta entre sal marina. Al parecer el futbolista, de 32 años, había invertido unos 200.000 euros en esta operación, en la que además podría estar implicado su tío, que era el que le avisaba de cuando llegaban los cargamentos.
