La excesiva producción de trufa a nivel mundial ha generado que su precio baje a la mitad con respecto al pasado año. En concreto, actualmente, un calibre medio, se paga en lonja a 400 euros el kilo , frente a los 700 u 800 que llegó a alcanzar el año pasado por estas fechas. «Desde el colectivo hemos vendido trufa en pueblos de la provincia de Soria en Navidad y los consumidores locales han podido comprar una pequeña trufa por siete euros», ha ejemplificado el presidente de la Asociación de Truficultores de Soria, José Manuel Pérez. Este ha señalado que la producción ha aumentado no sólo en España sino también en Francia y los precios están bastante bajos para lo que es habitual. La reducción del precio es algo «muy bueno» para el consumidor y para todos aquellos que apuestan por «democratizar» el uso de la trufa, pero no por aquellos que prefieren obtener réditos con el hongo subterráneo como producto de lujo. La campaña de la trufa, que arrancó a mediados de noviembre, sin «ser excepcional, es buena» en cuanto a producción, según el mismo colectivo en declaraciones a Ical. Pérez ha señalado, además, que la lonja habilitada por Cesefor en Abejar funciona «a la perfección» a pesar de que es un proyecto a medio plazo, es decir, que irá consolidándose con el paso del tiempo conforme ponga a la venta una mayor producción. En la lonja de Abejar los truficultores llevan sus lotes, que pasan un control de calidad (textura, olor, color, sabor, exenta de parásitos, podredumbre, humedad, peso) antes de las pujas y la venta final a mayoristas. «La truficultura es un sector lento y lo bueno es que vaya teniendo más kilos. Necesita consolidarse, a pesar de que ya lo está haciendo, seguro que se convierte en un referente europeo e internacional», ha apostillado. Los truficultores de Soria trabajan junto a la Diputación de Soria para conseguir que la trufa de Soria cuente con una marca de garantía para lo cual se intenta recabar el apoyo de otras instituciones, según refiere el presidente, quien ha señalado que es un «proceso lento» que podría durar hasta cinco años.
