Detectan metales pesados en proteínas: superan los límites de la Proposición 65 de California, según estudio
Un reciente informe de Clean Label Project revela la alarmante presencia de metales pesados en suplementos de proteína, poniendo en entredicho la seguridad de estos productos. La investigación, que analizó 160 productos de 70 marcas, destaca que casi la mitad de ellos superan los límites de contaminantes establecidos por la Proposición 65 de California.
Los resultados muestran que los polvos de proteína de origen vegetal y orgánico son los más afectados, con concentraciones de plomo y cadmio que superan significativamente a las de productos no orgánicos. Este hallazgo plantea serias preocupaciones sobre la calidad y la seguridad de los suplementos que muchos consumidores consideran saludables.
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Metales pesados en suplementos de proteína
El estudio de Clean Label Project encontró que los polvos de proteína saborizados con chocolate presentan niveles de contaminación alarmantes, con hasta 110 veces más cadmio y cuatro veces más plomo que los productos saborizados con vainilla. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) advierte que no existe un nivel seguro de exposición al plomo, un metal que puede causar graves problemas de salud, especialmente en niños.
Fuentes de contaminación
La contaminación por metales pesados se atribuye principalmente a las materias primas vegetales, como la soya, el arroz y los guisantes, que absorben estos elementos del suelo. Los cultivos en terrenos contaminados por actividades industriales o el uso de pesticidas y fertilizantes pueden presentar concentraciones aún más altas. Además, el cacao, un ingrediente común en los polvos de chocolate, es conocido por su capacidad de absorber metales pesados del suelo.
Impacto en productos orgánicos
El informe también destaca que los productos orgánicos contienen, en promedio, tres veces más plomo que los no orgánicos. Esto se debe a que los estándares de producción orgánica no regulan estrictamente la contaminación del suelo, lo que permite que los cultivos estén expuestos a fuentes de plomo y cadmio. La investigación subraya la necesidad de una mayor regulación en la producción de alimentos orgánicos para garantizar la seguridad del consumidor.
Resultados del análisis
Clean Label Project realizó cerca de 36 mil pruebas en un laboratorio independiente, revelando que el 47% de los polvos analizados excedieron los límites de la Proposición 65 para plomo, y el 21% duplicó estos niveles. En contraste, los polvos de proteína a base de colágeno y suero de leche mostraron menores niveles de contaminación, con solo el 26% y el 28% de las muestras, respectivamente, sobrepasando los límites.
Mejoras en la seguridad alimentaria
A pesar de las preocupaciones sobre los metales pesados, el informe también destaca una disminución significativa en la presencia de bisfenoles, compuestos químicos asociados con riesgos de salud. En 2018, el 55% de los productos analizados contenían bisfenoles, mientras que en 2024, solo tres de los 160 productos evaluados presentaron estos compuestos. Este avance se atribuye a la presión de los consumidores para reducir el uso de bisfenoles en envases de alimentos.
Reacciones de la industria
El informe ha generado reacciones mixtas en la industria de suplementos. La Council for Responsible Nutrition cuestionó la transparencia de los criterios utilizados para determinar los niveles de contaminación, sugiriendo que los métodos analíticos modernos pueden detectar cantidades mínimas de metales que podrían estar por debajo de los límites de seguridad establecidos por la FDA y la EPA.
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Recomendaciones para los consumidores
Jaclyn Bowen, directora ejecutiva de Clean Label Project, defendió los resultados y enfatizó la importancia de los estándares de la Proposición 65. Bowen instó a los consumidores a ser críticos con las marcas que eligen, sugiriendo que los polvos a base de guisantes, vainilla o suero de leche suelen ser opciones más seguras. Este informe pone de manifiesto la necesidad de una mayor regulación y supervisión en la industria alimentaria.
En un mercado cada vez más complejo, los consumidores deben investigar las prácticas de las marcas y optar por productos de menor riesgo. Aunque el informe es alarmante, resalta la importancia de tomar decisiones informadas para proteger la salud.