El alcalde de un pueblo italiano ha prohibido a sus vecinos enfermar por este curioso motivo
Los habitantes de Belcastro, un pequeño pueblo al sureste de Italia, tienen "prohibido enfermarse". Así lo ha impuesto su alcalde, Antonio Torchia, a través de una ordenanza en la que exige a sus vecinos evitar conductas que puedan poner en riesgo su salud.
La polémica iniciativa ya ha dado la vuelta al mundo, y como se puede leer en el decreto, a los cerca de 1.300 ciudadanos que viven en la localidad italiana, se les ha "ordenado evitar contraer cualquier enfermedad que requiera asistencia médica, especialmente una emergencia". Con este fin, les pide no llevar a cabo conductas "que puedan resultar nocivas y evitar accidentes domésticos", entre los que figuran salir de casa a menudo, practicar deporte o viajar.
No obstante, como ha explicado el alcalde al medio italiano 'Corriere della Calabria', el decreto tiene un buen trasfondo, ya que busca "concienciar también provocando". Desde hace tiempo, los habitantes se han enfrentado a la falta de médicos y al cierre de las consultas, teniendo que desplazarse a la localidad de Catanzaro, a unos 45 kilómetros, para poder hacer uso del servicio de urgencias.
"No valemos menos"
Antonio Torchia asegura al medio italiano: "La ordenanza es un grito de ayuda, una manera de poner de relieve una situación inaceptable. Somos un municipio pequeño, pero los ciudadanos de Belcastro no valemos menos que los de las grandes ciudades".
De esta forma, el regidor de Belcastro ha denunciado que no cuentan con "una cobertura sanitaria adecuada": "Nuestra estación de continuidad de atención está cerrada más a menudo que abierta La estación 118 más cercana se encuentra en el municipio de Sersale, a unos 40 minutos de nuestro pequeño pueblo y la mayoría de las veces sin un médico a bordo, mientras que la estación de emergencia más cercana se encuentra en el hospital Pugliese en Catanzaro, que está a 45 kilómetros de distancia".
En sus declaraciones también ha aprovechado para hacer un llamamiento a las autoridades regionales y con competencias en sanidad, a quienes ha retado a pasar una semana en el pueblo, "sabiendo que en caso de emergencia sanitaria la única esperanza es llegar a Catanzaro a tiempo, arriesgándose quizás más en las carreteras que por la enfermedad misma", ha concluido.