El 85% de la cesta de la compra subió de precio en 2024
La cesta de la compra cerró 2024 con subidas más que notables en alimentos básicos como las carnes o el pescado, cuyos precios se dispararon casi cuatro veces más que el IPC general. Y el «cafelito» de las mañanas sale casi un 7% más caro por mucho que el precio del azúcar haya caído drásticamente.
En conjunto, los precios de los alimentos crecen menos que el índice general de los precios. Si el IPC cerró diciembre con un alza del 2,8% el de los alimentos lo hizo un punto menos. Pero en ese 1,8% que crecieron los precios de la cesta de la compra hay alimentos que se han disparado y no por efecto de la Navidad.
Es cierto que la inflación de los alimentos se ha desacelerado de forma notable en 2024, cerrando 5,5 puntos por debajo de la registrada en diciembre de 2023. La guerra de ofertas entre los supermercados para recuperar las ventas pre-Covid, con un auge de las marcas blancas, que ya suponen el 48% de la cesta de la compra, están provocando un efecto de contención de los precios en la industria alimentaria.
En esta moderación es especialmente relevante la bajada del precio del aceite de oliva, que se redujo un 12,3% de diciembre a diciembre. En el último año, además de los aceites han caído significativamente los precios del azúcar (-13,9%), las legumbres y hortalizas frescas (-3,7%) y la leche (-0,9%).
Sin embargo, el precio del pescado fresco y congelado se ha disparado un 8,6% el último año, la carne de vacuno es un 7,3% más cara y el café nos cuesta un 6,9% más que hace un año. Todos estos productos ya repuntaron sus precios en los años previos con lo que están en máximos.
Y el precio del tabaco ha sufrido también una subida notable del 7,6% así como los de los servicios de calefacción, alumbrado y distribución de agua, que subieron un 13,7% el último año.
En conjunto, el IPC registró un aumento de 4 décimas respecto al mes de noviembre y una variación mensual del 0,5% debido a los efectos del alza de los precios de los carburantes, según confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). También se confirmó que la inflación subyacente, que no incluye los elementos más volátiles, como son la energía y los alimentos frescos, y mide mejor la evolución a medio plazo, cerró en el 2,6%, un aumento de dos décimas respecto a la de noviembre.
La subida de cuatro décimas ha sido superior a la media de los últimos meses y a la de diciembre de 2023. Además, el incremento del índice subyacente y el efecto de la energía, cuyos precios apuntan a un repunte, no albergan buenas perspectivas para la evolución de los precios.
De hecho, el precio del petróleo Brent, que cotiza a 80 dólares el barril, está ya por encima de las previsiones.
Con el avance del IPC interanual en el último mes del año 2024, la inflación encadena tres meses consecutivos de ascensos y alcanza su valor más alto desde julio, cuando se situó también en el 2,8%. Los grupos que más destacaron por su influencia en el aumento de la tasa anual fueron el transporte –cuya tasa anual aumentó 1,6 puntos, hasta el 0,6%, por el alza de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, frente a la bajada en diciembre del año 2023– y el ocio y cultura –que situó su variación anual en el 3,2%, lo que supuso 1,2 puntos por encima de la del mes pasado impulsado por el alza de los precios de los paquetes turísticos, mayor que en el mismo mes de 2023–.
De las 199 subclases de productos que componen el IPC, nada menos que 150 elevaron sus precios en 2024 (diciembre sobre diciembre), mientras que 42 se abarataron y ocho mantuvieron sin cambios sus precios.
Y de los 60 productos de la cesta de la compra, exceptuados el tabaco, solo 9 cayeron de precio, el 15%.
En 2024 (diciembre de 2024 sobre el mismo mes de 2023), lo que más subió de precio fue el chocolate (+23,9%), los paquetes turísticos nacionales (+21,2%), la joyería y bisutería (+19,3%), la electricidad (+18,6%) y el transporte marítimo de pasajeros (+13,4%).
Entre los alimentos básicos, también subieron en 2024 las patatas (un 7,4%) y el pescado fresco y refrigerado (10%) o los zumos de frutas y vegetales (10,6%).
Los productos que más se abarataron, por contra, fueron el azúcar (-13,9%), el aceite de oliva (con esa bajada del 12,3%), los combustibles líquidos (-10,9%), los equipos de telefonía móvil (-9,7%) y los ordenadores personales (-5,9%).
Pero en media anual, lo que más se incrementó de precio en 2024 fue precisamente el aceite de oliva (+32,3%), el transporte marítimo de pasajeros (+25,8%), los zumos de frutas y vegetales (+16,4%), los paquetes turísticos nacionales (+15,7%) y el chocolate (+14,7%).
Por contra, los mayores descensos de precios en media anual fueron para otros aceites (-13,4%), equipos de telefonía móvil (-10,6%), combustibles líquidos (-7,3%), ordenadores personales (-7%) y el gas natural (-6,2%).
El caso del aceite de oliva da una idea de la presión que los precios han ejercido y ejercen sobre el bolsillo de los consumidores. Aunque en diciembre su precio cayó un 8,5% en relación a noviembre, registrando su mayor descenso mensual de toda la serie del IPC, desde enero de 2021, el incremento acumulado del precio del aceite de oliva es del 132,8%
Pese al repunte, tanto la tasa general como la subyacente se redujeron a lo largo del año, lo que ha permitido que el IPC cierre 2024 en el 2,8%, frente al 3,6% promedio del año 2023, ocho décimas menos, según destacó Economía.