Los socialistas franceses dan un respiro a Bayrou y no apoyarán la moción de censura
Los socialistas franceses anunciaron hoy que no van a apoyar la moción de censura contra el Gobierno del primer ministro centrista, François Bayrou, debido a algunos compromisos logrados en los últimos días y a la posibilidad de que la extrema derecha llegue al poder.
El líder socialista, Olivier Faure, anunció esta posición en el debate de la moción de censura presentada por La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon y apoyada por otras formaciones de la izquierda, que este jueves se debate y vota en la Asamblea Nacional.
"Estamos en la oposición y ahí seguiremos", pero dentro de "una apertura al compromiso", afirmó Faure desde el estrado. "Hemos optado por no practicar la política de lo peor porque puede conducir a lo peor, al triunfo de la extrema derecha", añadió.
Ante los otros socios de la izquierda (LFI, ecologistas y comunistas) que sí van a votar la moción de censura, el líder socialista intentó justificar su desmarque insistiendo en las concesiones que ya han conseguido de Bayrou.
Citó, entre otras cosas, el compromiso de aumentar la recaudación fiscal con 21.000 millones de euros, la renuncia a suprimir 4.000 empleos en la educación pública o los 12.000 puestos que se van a crear o mantener en la sanidad.
"Hemos evitado a los franceses medidas que tendrían un impacto directo en su poder adquisitivo", señaló, además de recordar que el primer ministro también ha aceptado abrir un proceso de concertación con sindicatos y patronal en el que si hubiera acuerdo se podría modificar la reforma de las pensiones de 2023 que retrasa la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años.
Faure advirtió, sin embargo, al primer ministro, de que los socialistas no se privarán de presentar o votar una moción de censura "en cualquier momento", y en particular si tienen la impresión de que en la negociación sobre las pensiones con los interlocutores sociales "todo está atado".
El coordinador de LFI, Manuel Bompard, encargado de defender la moción de censura de la que su partido es el promotor, se mostró convencido de que el Gobierno "caerá hoy o en unos días", en una clara asunción de que esta tarde no habrá suficientes votos para tumbar al gabinete de Bayrou.
Aun sin nombrarlos directamente, Bompard lanzó varias picas a los socialistas al criticar la "irresponsabilidad de esperar todavía unas semanas o unos meses" y de servir de "muleta" al Ejecutivo.
Más allá de cargar contra el primer ministro centrista y de utilizar como argumento "el miedo" a la inestabilidad, mencionó que el verdadero problema es "el presidente de la República el que siembra el caos", y por eso el objetivo es la dimisión de Emmanuel Macron y la convocatoria de elecciones para "salir del caos".
Más directo en su carga contra el anuncio de Faure de que no censurarán al Gobierno fue Mélenchon, que no es diputado pero que rápidamente colgó un mensaje en su cuenta de X para decir que "el Partido Socialista (PS) fractura el NFP", en referencia al Nuevo Frente Popular, la coalición que formaron en las legislativas del verano todos los partidos de izquierdas.
Mélenchon señaló que el PS "capitula solo" y que los otros tres componentes del NFP (LFI, ecologistas y comunistas) "votan la censura" y "continuamos la lucha", en un intento de aislar a los socialistas.
Bayrou reprochó a Bompard apostar con su moción de censura por "el enfrentamiento" en lugar de buscar el diálogo "en la situación tan grave de nuestro país" y se refirió a la situación "extremadamente grave" de la economía y de las cuentas públicas.
El primer ministro aprovechó para recordar la demanda que habían hecho la patronal y buena parte de los sindicatos en diciembre a los parlamentarios y a los responsables políticos para poner fin a una inestabilidad política que ya está haciendo mella en el día a día de las empresas.