Más de 900 reos ayudan a bomberos a combatir incendios en Los Ángeles
Pacific Palisades. Jacob Castro, con una sierra en mano, abre líneas cortafuegos en las colinas alrededor de Los Ángeles. Su labor es ardua, pero representa una oportunidad de redención tras 29 años en prisión.
“Es lo primero que hago en mi vida de lo que me siento orgulloso”, comentó Castro a esta agencia durante una breve pausa en su jornada.
Castro forma parte de los más de 900 reclusos que colaboran con los bomberos en tareas de contención y apoyo. Su trabajo es crucial en el combate de los incendios que, desde el 7 de enero, devastaron barrios enteros alrededor de Los Ángeles.
Aunque los bomberos consideran invaluable su contribución, la escasa remuneración que reciben genera controversia.
Voluntarios limpian de escombros exclusiva ciudad de Palisades tras incendios de Los Ángeles
“Cientos de reos bomberos arriesgan sus vidas para salvarnos”, escribió Kim Kardashian en sus redes sociales. “Se les paga casi nada”, criticó la celebridad.
Según el Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California (CDCR), estos reclusos ganan entre $5,80 y $10,24 diarios. Durante emergencias, reciben un dólar adicional por hora. La legislación regional permite esta compensación reducida para personas condenadas por delitos.
En noviembre, los votantes de California decidieron mantener esta normativa mediante un referendo, pese a que el estado es conocido por su postura liberal.
Una segunda oportunidad
Para los reos, esta experiencia representa una posibilidad de cambiar sus vidas, ayudar a la sociedad y reducir sus sentencias.
“Me encanta hacer esto. Es una forma de compensar por las malas decisiones que tomé en mi vida”, expresó Jacob Castro, quien obtuvo un cupo en un campamento de entrenamiento para incendios operado por el CDCR tras un arduo esfuerzo en prisión.
Castro y sus compañeros, identificados por sus uniformes anaranjados, realizan guardias de hasta 24 horas, al igual que los bomberos. Despliegan hachas, sierras y palas para limpiar vegetación y prevenir la propagación de las llamas en zonas escarpadas.
¿Qué provocó el incendio en California?
“Es uno de los trabajos más duros que he hecho”, afirmó Maurice Griffin, con tres temporadas en el servicio. “Realmente ha marcado una diferencia en mi vida”.
“Aprecio mucho la oportunidad de estar fuera de la cárcel, salvando vidas y compartiendo esta camaradería con mi equipo”, añadió.
Santana Felix Nolasco, de 28 años, también valora el entrenamiento recibido. “Me enseñó a ser un hombre trabajador”, dijo emocionado. “Nos dan una segunda oportunidad a quienes queremos cambiar”.
Gran contribución
Miles de bomberos llegaron desde otros estados de la costa oeste de Estados Unidos y países como México para combatir los incendios que dejaron 25 muertos y obligaron a evacuar a decenas de miles de personas.
Los equipos de reos refuerzan significativamente estas operaciones.
“Trabajan muy duro”, comentó el capitán Joseph Cruz, a cargo de uno de los equipos en Pacific Palisades, suburbio de Los Ángeles devastado por las llamas. “Es una gran contribución. Sin ellos, nuestros equipos se verían muy disminuidos”.
Bomberos y presos comparten risas, alimentos y largas jornadas de trabajo.
“Esta experiencia me cambió la vida”, dijo Nolasco, quien al salir de prisión sueña con cambiar su uniforme anaranjado por el amarillo de los bomberos de California.
El impacto también es significativo para los bomberos. Cruz describió la vivencia como “muy gratificante”.
“El objetivo es un cambio de comportamiento. Cuando veo que algunos de ellos logran hacer carrera tras esto, puedo retirarme o incluso morir feliz. Habrá valido la pena”, reflexionó el capitán.