El Atlético de Madrid deja a medias la remontada ante el Villarreal (1-1)
No le ha sentado bien al Atlético el comienzo de la segunda vuelta. Después de la derrota en Leganés esperaba rearmarse en su campo, con los suyos y contra el Villarreal, pero sólo pudo sumar un punto en su carrera por la Liga. Su dominio de la posesión no se vio reflejado en las áreas, donde Lino salvó un punto de los tres que se escapaban después de una horrorosa jugada defensiva de Witsel y de Reinildo. El belga controló mal con la rodilla un balón en el área y el mozambiqueño, para corregir su error, se llevó por delante a Gerard Moreno. Fue el mismo capitán del Villarreal el que lanzó desde los once metros para poner a su equipo por delante.
La remontada, una costumbre del Atlético esta temporada, esta vez se quedó a medias. El equipo de Simeone tenía más la pelota, pero no le sacaba partido y el Villarreal, mientras, intentaba aprovechar los contraataques.
En uno de ellos estuvo muy cerca de marcar el segundo, pero a Yeremy Pino le sobró generosidad. Witsel evitó que su pase llegara a Gerard Moreno y el contraataque que había gestionado de manera magistral Álex Baena quedó en nada.
Eso sucedía en el comienzo de la segunda mitad, cuando ya Simeone había cambiado el equipo en el descanso. Entraron Lino, Azpilicueta y De Paul en lugar de Reinildo, Giuliano y Gallagher. El Cholo recuperó la defensa de cinco para que su equipo tuviera más profundidad por las bandas y el premio lo tuvo en el gol de Samu Lino para el empate. El brasileño remató un balón que había dejado suelto Júnior, el guardameta del Villarreal, y dio esperanzas a su equipo de encontrar una vida mejor en lo que quedaba de segunda parte.
Pero no la tuvo a pesar de la entrada de Griezmann, al que la afición recibió con una ovación inmensa. Qué lejos quedan aquellos pitos en el partido de su regreso al Atlético. Pero tampoco el francés fue capaz de dar la vuelta a un partido que durante un tramo se cargó de demasiada tensión. Las protestas por una falta de Baena a Julián Álvarez terminaron con una amarilla para el argentino y la expulsión de uno de los asistentes de Simeone.
El Atlético se volcó sobre el área del Villarreal en los últimos minutos. Estuvo cerca Correa de marcar, pero esta vez no era uno de esos días en los que acostumbra a rescatar a su equipo. Los rojiblancos se subieron a la espalda de De Paul, siempre animoso físicamente y frecuentemente acertado en el último pase. Tampoco es raro que se le nuble el entendimiento de vez en cuando y le cueste elegir la mejor opción. Llorente se enfadó con él en la última jugada por no darle la pelota para seguir progresando por la banda en lugar de centrar al área. Y así el Atlético perdió la oportunidad de remontar.