Fermín se vio dispuesto y con oficio. Talavante mostró su refinado temple. Valadez pasa a formarse, otra vez, al final de la fila.Hermosa tarde soleada y con algo de viento. Toros de “De La Mora” criados en Tequisquiapan, Querétaro; en sociedad con Luis Alberto Villarreal. Entrada similar a la de la semana anterior.Juego del ganado. Encierro muy disparejo en juego, presencia y tipo. 1° Con poca cara. Noble y obediente. 2º También noble y suave, que se acabó pronto. 3º Con una mini cabecita. Un toro, que le exigió el carnet de torero, a Leo. 4° Salida de manso que quiso visitar el callejón. Acabó con poca transmisión. 5º Pegado al piso, con arrancadas peligrosas y punteando 6° Embistió al caballo como bravo y se acabó rajando. Solo los tres primeros funcionaron. Los demás fueron pitados.La empresa le pone poca importancia al permitir lidiar toros en un ruedo sin estribo y con pésima iluminación.Abrió plaza Fermín Rivera de azul marino y oro. Su cuadrilla saludó en banderillas. Al iniciar de muleta, Fermín le adelantó la suerte y sufrió un duro arropón sin consecuencias. De ahí, su toro se fue para arriba y logró ajustarse y sentirse a gusto por ambos lados. Entera en buen sitio. Sí acaso, el toro estuvo un poco por arriba de él, pero salió adelante. Petición y oreja concedida. Ante el segundo, un toro que hacía muchos extraños y quería brincarse al callejón, Fermín lo lidió y le dio una dura vara para poder dominarlo con la muleta. Pudo pegarle muletazos por ambos lados. Tres pinchazos en lo alto y media en buen sitio y dos descabellos. Saludó en el tercio.En segundo turno le correspondió a Alejandro Talavante vestido de grana y oro, ante un toro muy lavadito de cara, pero con un poco más de presencia que el anterior. Con la capa toreo suave, con una tersura pasmosa. Apenas fue picado. Alejandro logró pegarle suaves y templados muletazos. Tiró el estoque y se pasó por muletazos por ambos lados a su noble en turno. Pinchazo en lo alto y entera desprendida que fue suficiente. Leve petición debidamente negada por el reaparecido Juez, Ruiz Torres. Vuelta al ruedo entre el júbilo popular. Ante el quinto se abrió de capa con tres faroles de pie. Ya con la muleta pudo dominar a su complicado en turno que pegaba arreones. Dos pinchazos arriba echándose afuera y una entera caída. Escuchó un aviso.El hidrocálido Leo Valadez vestido de sangre de pichón y pasamanería en negro, con una cabecita así de pequeña, apenas fue picado. Quitó por crinolinas que le salieron aseadas. Banderilleó con reposo y certeza. Con la sarga, inició con suaves muletazos rodilla en tierra. Derechazos sin mucho temple que hizo que el toro se le pusiera respingón, hasta que entendió que debía torearlo por abajo y así lograr ligar algunos pases limpios. No acabó por entenderlo y se le hizo bolas el engrudo. Media delantera y dos descabellos. Se retiró en silencio. Ante el que cerró plaza el toro era muy diferente de hechuras y parecía de otro hato ganadero. El toro pasaba y se desentendía a medio muletazo. Leo estuvo voluntarioso, pegando pases sin sentido ni dominio. Alargó inútilmente la faena hasta caer en el fastidio. Se perdió entre tanto pinchazo y descabelló hasta hartarse. Escuchó un aviso y la rechifla popular.La siguiente semana es de Homenaje por el Aniversario 79 de nuestra Monumental Plaza de Toros México. Hay corridas el próximo domingo 2, lunes 3 y miércoles 5 de febrero: La despedida definitiva del Valenciano Enrique Ponce, consentido en esta Plaza. No es un evento cualquiera. Es parte de la historia cultural de la Ciudad de México.ZZM
