Consumo de porno en la adolescencia: una práctica solitaria y desde el móvil
Dos tercios de los estudiantes españoles de entre 14 y 18 años han consumido pornografía al menos una vez en su vida, mientras que el 44,5 % lo ha hecho en el último mes, según el 'Informe sobre adicciones comportamentales y otros trastornos adictivos 2024', presentado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (DGPNSD). Este informe, basado en las encuestas Edades 2024 y Estudes 2023, aporta datos reveladores sobre el consumo de pornografía tanto entre los adolescentes como en la población general de 15 a 64 años, y advierte de que los adolescentes son un grupo especialmente vulnerable a los efectos negativos de esta práctica.
Un hábito en solitario y desde el móvil
El informe detalla que la frecuencia de consumo aumenta con la edad, pasando del 37,1 % a los 14 años al 49,8 % a los 18. Las diferencias son aún más marcadas según el sexo: mientras que un 68,4 % de los chicos admiten haber consumido pornografía en el último mes, solo el 19,3 % de las chicas lo ha hecho. Además, el consumo es una práctica mayoritariamente solitaria, ya que el 92,4 % de los adolescentes utilizan el teléfono móvil para acceder a este tipo de contenidos, muy por delante del ordenador (36,6 %) o la tablet. El informe señala que los adolescentes suelen iniciarse en el consumo a edades muy tempranas, impulsados por factores recogidos en la llamada teoría “triple A”: accesibilidad gracias a internet, asequibilidad por el bajo o nulo coste, y anonimato al consumir desde dispositivos personales.
Nuevas prácticas sexuales
La exposición temprana y la normalización del consumo de pornografía están fomentando nuevas dinámicas sexuales entre los jóvenes, según alerta el informe. Entre estas prácticas destacan el 'sexting', que consiste en el envío o recepción de mensajes, imágenes o vídeos de contenido sexual explícito a través de redes sociales o mensajería instantánea, y el 'revenge porn' (porno de venganza), en el que se intercambian materiales íntimos como forma de represalia tras rupturas sentimentales. Ambos fenómenos reflejan los riesgos asociados al consumo y la circulación de contenido pornográfico en edades tempranas.
Consumo de porno en la población general: datos por edades y sexos
Por primera vez, el informe analiza el consumo de pornografía entre la población general de 15 a 64 años. Según los datos, un 63,8 % ha consumido pornografía alguna vez en su vida, un 29 % lo ha hecho en los últimos 12 meses y un 18,2 % en el último mes. El consumo es más frecuente en los hombres, con un 19,7 % que asegura no consumir, frente al 52,7 % de las mujeres. La franja de edad con mayor prevalencia en los últimos 12 meses y en el último mes es la de 15 a 24 años. Sin embargo, en el consumo a lo largo de la vida, los porcentajes más altos corresponden a hombres de 35 a 44 años (84,5 %) y mujeres de 25 a 34 años (53,1 %).
Riesgos del consumo frecuente de pornografía
El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, subrayó que, pese a estar restringida a mayores de edad, la pornografía es de fácil acceso para los adolescentes. Además, alertó de los riesgos que implica esta práctica para los jóvenes, incluyendo su impacto en la percepción de las relaciones sexuales, el desarrollo emocional y la posibilidad de caer en dinámicas de adicción.
El informe también destaca que, tanto en adolescentes como en adultos, el consumo en pareja o con amigos es minoritario, lo que refuerza la idea de que se trata de una práctica individualizada. Según Villalbí, es necesario reforzar la educación en el uso responsable de las tecnologías y en la gestión de contenidos digitales, así como concienciar sobre los riesgos que supone el consumo de pornografía en edades tempranas.