Ser profesor es una profesión que para muchos es una vocación. Ser una pieza clave para las futuras generaciones es algo muy gratificante pero que está rodeado de desafíos, como las actuales leyes educativas que no paran de cambiar el entorno que puede tener el alumno o los cambios en la enseñanza con la inclusión de estudios por proyectos o la entrada de nuevas tecnologías al aula. Además, más allá de enseña contenidos, los maestros tienen sobre la mesa el objetivo todavía más importante de colaborar en la enseñanza en valores y motivar y guiar a los jóvenes de cara a su futuro profesional y personal. De aquí a que su papel sea fundamental, eso sí, menor al que las familias deben inculcar desde los hogares. En todo caso, los docentes se encuentran con situaciones de todo tipo con sus alumnos y es frecuente que aprovechen las redes sociales para compartirlas. Ahora, Rafa , un maestro de la escuela pública , no ha podido evitar en su cuenta de X lo que ocurrió hace unos días en un colegio. Él, exdirector escolar, alucinó y, a la vista de las visualizaciones (más de 610.000), la cuestión ha interesado a muchos. «Me cuentan que un niño ha llorado al ver la nota de un examen porque, palabras literales: 'mi madre no me deja menos de un 7'», aseguraba Rafa en su publicación. Esto le llevaba a añadir que « así, amigos y amigas, es como se puede llegar a hundir a un crío ». Por si esto fuera poco, en su escueto mensaje, el profesor dejaba claro que «por cierto» el alumno había sacado un 6. El caso ha dado por mucho. Otro compañero de profesión le incidió en que en su región, la Comunidad Valenciana, se iban dando informes trimestrales «y solo nota al final», por lo que consideraba que « ni es necesario poner nota en los exámenes ni es la única forma de evaluar». Su opinión llevó a Rafa a apuntar que él consideraba que era muy difícil justificar «una nota numérica en junio sin poner ninguna desde septiembre». «Las notas numérica son una guía y sirven de indicador. Si les pones un bien saben perfectamente que es un 6», remarcó el docente. Ambos siguieron debatiendo, con un tono muy constructivo, sobre su profesión y al final Rafa acabó remarcando que él es «partidario de dar información, no quedarme en un solo número». Por eso creía que lo mejor era dar informes y notas a la vez. Otros se lo tomaron más a la broma, como un usuario llamado Nasi que le dijo con ironía «Rafa ponle un 7, tanto cuesta». «No, pero no me gusta engañarles », espetó el docente. Además, una madre entró un tema paralelo y es que narró que en el colegio de su hija había escuchado esto y había visto que «lloraban y lloraban y les cambiaban la nota». Su hija aprendió que «es injusto, llorando se consiguen las cosas».
