El gobierno de Trump es un shock externo negativo para México
Tal y como se preveía, la nueva administración del gobierno de Estados Unidos es un shock externo negativo, al imponer costos adicionales, drásticos e imprevistos sobre la economía de nuestro país. Esto afecta tanto a la nación, como al gobierno, a las empresas e incluso a los distintos habitantes de diferentes maneras.
Como tal hay que tratarlo y enfrentarlo para reducir sus costos y tratar de identificar posibles beneficios para, en el caso de que existan, aprovecharlos. Entre los tres principales costos que nos perjudican por las decisiones que se están tomando por parte del nuevo gobierno están: 1) Tener que aceptar a cientos de miles de connacionales que estaban radicando en aquel país, de manera ilegal y que aquel gobierno los está regresando a México. 2) Presionarnos para reforzar las medidas a fin de combatir a las organizaciones criminales que se dedican a la fabricación y comercio de drogas ilegales, así como al transporte de migrantes; y 3) Detener el comercio que hace China a México, siendo que su destino final son los Estados Unidos y así aprovechar los beneficios del T-MEC.
Cada uno de estos temas requieren recursos adicionales, los cuales el gobierno no tiene en los montos requeridos, porque se utilizan para otorgar los programas sociales a la población, en la mayoría de los casos sin imponer condiciones.
En otras partes del mundo se tienen situaciones parecidas, pero existe cooperación entre las naciones para superarlas. Por ejemplo, en Europa se tiene el problema de la migración irregular de Medio Oriente a través de Turquía desde hace varios años, por lo cual este país solicitó y obtiene apoyos financieros de la Unión Europa por medio del Mecanismo para los Refugiados. El mismo consiste en varios miles de millones de dólares anuales que se otorgan para atender a los refugiados y se les otorguen servicios para cubrir sus necesidades básicas, de educación, de salud, etc. Además, también se apoya el combate a los grupos delincuenciales que transportan a estos migrantes.
Esto que es práctica común en otras partes, podría solicitarse que se otorgue a México, ya sea directamente a Estados Unidos, a las Naciones Unidas o al Nadbank, el cual es el banco formado por ambas naciones para apoyar el desarrollo de ambas zonas de la frontera común. Además, hay una escasez de personal calificado y semi-calificado en distintas partes del país, como es la misma zona fronteriza, la turística y el Bajío, por lo cual se podrían buscar mecanismos para unir estos refugiados con las oportunidades de trabajo en el país.
El drástico cambio en la relación entre ambas naciones, como otros shocks externos, producen costos internos inesperados que tienen que absorberse de distintas maneras. Algunas de las mismas son por medio de las reservas y fondos que los gobiernos crean de manera específica, pero que en México ya se utilizaron en años pasados.
Otra manera es por medio del tipo de cambio flexible. Por ejemplo, cuando se nos impone un arancel adicional a nuestras exportaciones, el peso se devalúa en el porcentaje que compense esto, con lo que los exportadores no pierden competitividad en el exterior. Sin embargo, los importadores absorben los costos al tener que pagar más por los productos que adquieren en el exterior, con lo que se perjudican los exportadores del país que impone el arancel adicional. Esto se debería de difundir entre los exportadores dentro de los Estados Unidos.
Un posible beneficio de esto es el hecho de que los productores y fabricantes nacionales se benefician de los mayores precios por sus artículos dentro del país.
Sin embargo, la mejor forma de absorber los costos de este shock externo sería por medio de una economía más fuerte y con crecimiento, lo cual permitiría que el gobierno tuviera mas ingresos fiscales y se crearan los empleos formales que requiere la población. Para ello hay que crear condiciones que propicien la inversión privada productiva.